Se acabó el periplo del BM Zamora en el torneo del KO. Los zamoranos afrontaban este año la Copa del Rey con ilusión y lograban llegar hasta la tercera ronda después de eliminar a un rival de su liga y a otro de Liga Asobal. Pero en tercera ronda, el BM Zamora no pudo seguir avanzando. El motivo, un BM Benidorm que sacó a relucir su capacidad de equipo de Asobal, pero al que le costó sudor sobrepasar a la escuadra de Leo Álvarez.
En la ida, el BM Zamora caía por 29-31, por lo que la desventaja era mínima para la vuelta. Pese a que la expedición pistacho era consciente de que la machada era complicada, no renunciaban a nada y se plantaron sin complejos este sábado en Benidorm para lograr el pase a la cuarta ronda. Desde el principio los locales pusieron tierra de por medio y manejaron ventajas cortas.
Fue a partir del minuto diez cuando Benidorm logró un parcial de 4:0 para lograr despegarse de un BM Zamora irreverente y descarado, sin nada que perder y mostrando ilusión en la cancha. Del 6-5 se pasó al 10-5 y Benidorm logró contemporizar para llegar al descanso ganando por 17-12. Era un partido, como el de ida, a muchos goles. La afición disfrutaba con el torrente de dianas.
El paso por vestuarios no ayudó mucho a un Rutas del Vino que arrancó frío y volvió a recibir otro duro parcial para alejarse hasta los ocho tantos (26-18) cuando se había disputado el ecuador del segundo acto. En ese momento lo fácil hubiera sido tirar la toalla y dejarse llevar, pero el BM Zamora tiró de casta para apretar el marcador y ponerle emoción. Conseguía un 28-25 a falta de siete minutos gracias a un parcial de 2:7. La machada era complicada pero fueron minutos en los que la parroquia local se mostró incrédula ante lo que veía.
Pero en los últimos minutos, Benidorm tiró de galones para cerrar el choque en el definitivo 31-27 que apea a los zamoranos de la Copa del Rey, pero de una manera más que digna. Ahora, parón navideño y al regreso, dos jornadas para que el Rutas del Vino cierre la primera vuelta.
Eliminados con honor
El BM Zamora, que acudía a Benidorm con una mínima desventaja de 29-31 en el partido de ida, cayó también en la vuelta por 31-27. Pese a la derrota, los pistacho nunca se dieron por vencidos y pelearon hasta el final.
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