Control y autorización expresa por parte de las familias de los contenidos del currículo impartidos a sus hijos en los centros educativos”. Así considera la Confederación General del Trabajo (CGT) al pin parental.
CGT opina que esta iniciativa “es la negación de una escuela pública diversa y plural que tiene la obligación de garantizar la pluralidad, el respeto y la integración”. Añade, además, que su creación “está amparada en una supuesta demanda social inexistente que manipula los datos (hay que entregar uno por hijo y progenitor, con lo que se duplica o cuatriplican en el caso de tener más de un hijo, y no uno por familia, por lo que se amplían falsamente los datos y porcentajes de demanda)”.
Para la Confederación General de Trabajadores, el pin parental “es la no aceptación de los contenidos que se recogen en las leyes educativas y, por lo tanto, de los valores de igualdad que figuran en la Constitución”. Por todo ello, CGT indica que esta propuesta es un “adoctrinamiento”.
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