El Rutas del Vino quería mirar hacia arriba en la tabla donde, entre otros, se ubica el Balonmano Alcobendas. Por ello, lograr una victoria en la cancha de su rival significaba más que dos puntos, ya que le hubiera permitido recortar distancias con la parte alta y dar un golpe en la mesa de una clasificación muy apretada y ajustada en la zona intermedia.
Guille abrió la lata para los zamoranos, pero los locales se pusieron rápidamente el mono de trabajo e igualaron el marcador. Los madrileños se hicieron fuertes desde atrás gracias a Adrián Eceolaza, gracias a que el portero consiguió atajar el primero de los dos lanzamientos desde siete metros del Rutas del Vino, mientras que el segundo se fue fuera. Además, Eceolaza detuvo varios disparos visitantes en contraataque y en estático, frenando en seco las aspiraciones pistachas.
A todo ello se le sumó el buen hacer ofensivo por el carril central del Alcobendas, quien consiguió distanciarse en el marcador y al borde de los 20 minutos forzar un tiempo muerto de Leo Álvarez con 11-8. Sin embargo, las correcciones del técnico zamorano no sirvieron ya que ambos equipos se marcharon al descanso con un 19-13 donde Cubillas, Guille y Ramiro, los dos primeros con cuatro y este último con tres, fueron las mayores amenazas del Rutas del Vino.
Tras la reanudación el guion continuó siendo el mismo. El Balonmano Zamora llegaba a portería rival y, a pesar del buen desempeño de Guille o Mouriño, entre otros, no lograba recortar distancias a causa de Eceolaza. El portero se convirtió en una pesadilla para los pistachos y en la gran figura de un Alcobendas que, además, seguía generando peligro en ataque.
La fortuna cambió pasado el ecuador del segundo tiempo, el Rutas del Vino fue acercándose en el marcador lentamente y se colocó a cuatro tantos a falta de diez minutos para el cierre del choque. Prueba de ello fue el gol anotado por Mouriño desde la línea de siete metros, rompiendo la fortaleza de Eceolaza y levantando el ánimo de unos zamoranos que con el paso de los minutos fueron encontrando su estilo de juego.
No obstante, los locales supieron gestionar los minutos del cronómetro y apaciguar el encuentro para seguir con su renta y dejar al Balonmano Zamora sin proeza gracias a unos buenos minutos finales en los que volvieron a ampliar su ventaja para colocar en el marcador el definitivo 37-27.
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