COAG exige a la administración que facilite a los ganaderos dejar los cadáveres de animales en el campo para evitar ataques de fauna

A juicio de COAG, Medio Ambiente no controla la superpoblación de la fauna salvaje por lo que ésta tiene que procurarse alimento en las ganaderías.

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Si no fuera por lo macabro de la expresión podríamos decir que los buitres han vuelto a salir de picnic. Y lo han hecho, en esta ocasión, por las granjas ganaderas con un resultado de una vaca y dos terneros muertos en explotaciones de Zamora y Salamanca. Una granja bovina de Malillos (Pereruela), en Zamora, sufrió el pasado sábado la visita de estas rapaces a la sazón carroñeras, hoy ya directamente depredadoras después de que la enfermedad de las vacas locas obligara a retirar los cadáveres de ganado del campo. Las aves se comieron un ternero. En otra explotación de vacuno de carne de Parada de Rubiales, en Salamanca, los buitres mataron a una vaca de tres años que estaba pariendo, por lo tanto se encontraba totalmente indefensa en un momento de suma debilidad, y a su ternero. Fue el pasado lunes 13 de julio.

Los ataques se suman a una muy larga lista de animales sacrificados por todo tipo de fauna salvaje, que los ganaderos ven como desaparecen de su cabaña sin que nadie les indemnice por ello. Es más, los seguros para cubrir este tipo de accidentes son disparatadamente caros por lo que no compensa suscribirlos.

COAG CyL considera que todo este enorme problema para los ganaderos procede de una “pésima gestión” de la fauna salvaje por parte de la administración autonómica, en cuanto a que no controla de manera eficaz las poblaciones para prevenir daños, y que, cuando el daño ya se ha producido, no indemniza adecuadamente a los ganaderos.

Desde COAG consideran que debe revisarse la norma para facilitar e incentivar que los ganaderos con explotaciones ubicadas en zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario (ZPAEN) se acojan a la posibilidad de dejar los cadáveres de animales en el campo.

Recordemos que en Castilla y León, la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario está regulada por el Decreto 17/2013. La alimentación de estas especies puede realizarse de dos formas complementarias: por un lado en muladares, y por otro, fuera de ellos en las denominadas zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario (ZPAEN). En el decreto se dispone que la utilización de subproductos animales no destinados al consumo humano (SANDACH) para la alimentación de especies como el buitre, el alimoche o el milano real, entre otros, deberá ser expresamente autorizada y estará sujeta a inspecciones para evitar los posibles riesgos derivados de este uso sobre la sanidad animal, la salud pública, la seguridad de la cadena alimentaria y el medio ambiente.

Respecto al plazo de presentación de solicitudes de autorización, el decreto estableció un primer período de tres meses desde su entrada en vigor, mientras que para años sucesivos dispuso que anualmente se abriera un nuevo período ordinario de solicitud entre el 1 y el 31 de enero. No obstante, y con la finalidad de adaptar las necesidades alimenticias de las poblaciones de necrófagas y los recursos tróficos ofertados, se estableció que se podrían habilitar periodos extraordinarios de solicitud. Según publicó el Boletín Oficial de Castilla y León el 28 de febrero de 2019, en los más de cinco años desde la publicación del decreto 17/2013 se habían autorizado en aquella fecha 2.154 explotaciones ganaderas para el uso de SANDACH para la alimentación de especies necrófagas. Igualmente, se habían autorizado 23 solicitudes de nuevos muladares y 125 explotaciones ganaderas que solicitan llevar sus cadáveres de animales a muladares ya autorizados.

Aun así, en la misma resolución de febrero de 2019 a la que antes nos referimos, la propia Consejería reconoce que “Tras el análisis de las comunicaciones anuales, por parte de las explotaciones autorizadas, de los cadáveres que han quedado disponibles en el campo para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario, en los cuatro primeros periodos de comunicación, enero de 2015, de 2016, de 2017 y enero de 2018, se concluye que los aportes reales en las ZPAEN y en los muladares siguen estando alejados de las necesidades alimenticias de las especies necrófagas de interés comunitario en todas las provincias de Castilla y León”. Desde entonces, las poblaciones de necrófagas, principalmente la especie dominante, el buitre leonado, han aumentado considerablemente, mientras que la dificultad de cumplir con los requisitos de la normativa hace que sean pocas las explotaciones que se acogen a la posibilidad de dejar los cadáveres en el campo.

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