La música de Ara Malikian rompió el silencio de un auditorio Ruta de la Plata blindado por las medidas de seguridad. Un rumor de violín sin que su presencia fuese aún palpable. Malikian apareció por uno de los accesos laterales del recinto arrullando al público por su nana compuesta durante el confinamiento.
Una puesta en escena con el silencio del público como único compañero, mientras el violinista recorrió los asientos con una sencillez abrumadora. Así fue el principio de casi dos horas de concierto en la que Malikian se abrió en cuerpo y alma a los centenares de zamoranos reunidos para darle la bienvenida al regreso de la cultura.
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