El pasado miércoles el CD Zamarat daba comienzo a un tramo tortuoso del campeonato liguero. En un plazo de catorce días las naranjas disputarán cuatro partidos, circunstancia que pondrá a prueba su capacidad física y mental para aguantar un ritmo frenético de competición en los primeros compases del curso.
Este tramo dio comienzo con la visita a Madrid, enfrentándose a un Movistar Estudiantes recién ascendido y que se ha convertido en la revelación del año. El parqué del Magariños vio caer a las visitantes por 97-51 en uno de los peores partidos que se recuerdan del equipo en los últimos años. Tras este encuentro, Ángel Fernández puso su cargo a disposición de la directiva, quien finalmente ratificó al valenciano en el banquillo.
Un fuego que ha empezado a arder en el Ángel Nieto y que el equipo intentará apagar este sábado a las 20:00 horas, hora en la que comenzará el duelo frente a un IDK Euskotren que visita Zamora después de vencer al Araski por 59-53 el pasado miércoles.
Las naranjas competirán en casa con el objetivo de levantar un balance de 1-5 que las ha dejado en la penúltima posición de la clasificación, empatadas con el Bembibre y el Casademont Zaragoza. Así, el objetivo es ir sumando resultados positivos lo antes posible para ir cogiendo aire y saltar posiciones de cara a futuras fechas.
Enfrente, unas guipuzcoanas que se han mostrado irregulares al sumar tres victorias y tres derrotas en estas primeras jornadas de liga. Derrotas ante el SPAR Girona, Duran Ensino y Al-Qázeres, lista que quiere hacer crecer el CD Zamarat.
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