El Rutas del Vino vuelve a sonreír en su regreso a casa

El equipo disputó su primer encuentro como local tras los aplazamientos de este inicio de temporada, derrotando a un Balonmano Madrid Boadilla al que arrinconó desde la primera parte. Ventaja que permitió a los zamoranos tener un segundo tiempo de mayor tranquilidad a pesar de los intentos visitantes.

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Las ganas de balonmano se palpaban este domingo en el pabellón Ángel Nieto. Después de esperar mucho tiempo para ver a los pistachos sobre el parqué, la afición pudo disfrutar de los suyos en un partido coral de los de Margareto.

Los visitantes golpearon primero y mostraron un buen nivel de Herms en la portería, pero poco tardo en variar el encuentro. El Rutas del Vino empezó a meter al Boadilla en su campo, mostrando su tradicional velocidad ofensiva y generando una presión asfixiante para unos madrileños que se vieron superados en ese aspecto y tuvieron pérdidas de balón que permitían al BM Zamora salir a la contra.

El equipo de casa, apoyado por su afición en todo momento, logró plasmar un partido coral sobre la pista, sin necesidad de depender de un único goleador y llegando al descanso con Cubillas, Nacho Tomás, Horcajada y Guille Carballo con tres tantos cada uno. Doce tantos de 19 con los que los pistachos se fueron al descanso en un primer tiempo de control y dominación ante un Boadilla ahogado y sin ideas, y que únicamente encontraba a Santi Echeverría en ataque. 19-12 que hacía soñar a los asistentes al pabellón de la capital, así como a los propios jugadores y cuerpo técnico.

La segunda parte volvió a mostrar a un Balonmano Zamora con el mando del balón. Con un Mendieta muy seguro bajo palos y que realizó varias paradas en los primeros minutos, el equipo fue apagando las luces de un Boadilla atosigado y malhumorado con el equipo arbitral. Tal fue la situación que el colegiado llegó a amonestar a un asistente de los madrileños.

Si bien es cierto que al borde del minuto diez el Madrid Boadilla se puso a cuatro con un marcador de 22-18, Margareto aprovechó un tiempo muerto para corregir a los suyos y tocar algunas piezas que estaban empezando a fallar, especialmente en la parcela defensiva, donde los madrileños empezaban a estar más cómodos.

Jaime González volvía a ver puerta y el Rutas del Vino se quedaba en superioridad después de que el colegiado decretase una sanción de dos minutos para Manuel Holst. Sin embargo, el propio árbitro no pitó después una muy reclamada pasiva de los visitantes, quienes agotaron el tiempo de inferioridad. Decisión que encendió a la grada.

La superioridad se fue esfumando y llegando al minuto veinte del segundo tiempo el BM Zamora solo tenía un tanto de ventaja gracias al 26-25 que mostraba el marcador. Cubillas salió al rescate y desde el lateral izquierdo daba un pequeño respiro a un Rutas del Vino que volvía a verse con dificultades para frenar al pivote del Boadilla. Pero el arbitraje volvió a ser el protagonista a falta de seis minutos, dejando fuera de la pista a Antonio Sánchez por dos minutos en una acción muy discutida.

La situación no fue suficiente para tumbar a un BM Zamora que siguió apostando por el ataque rápido, poniéndose 30-26 a falta de tres minutos y medio gracias a la labor de Mendieta en la portería y del resto de jugadores tanto apretando al rival como atacando el área defendida por Herms.

Minutos finales de éxtasis para afición y equipo, que se vieron golpeando sin piedad al rival y teniendo otra vez una ventaja de seis goles. Finalmente el amrcador se paró en un 34-28 que deja al Rutas del Vino con la moral por las nubes tras vencer a su perseguidor y que ya mira a la zona media alta.

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