Las buenas noticias parecen estar llegando a Zamora de la mano de una bajada de la incidencia de casos en la última semana y los últimos catorce días. Este descenso se hace palpable en los datos, ya que la provincia cuenta este viernes con una incidencia acumulada de 772,58 casos por cada 100.000 personas en las últimas dos semanas y experimenta una bajada de los 343,11 a 332,1 casos por 100.000 habitantes en la última semana.
Un dato muy positivo, pero que viene acompañado de otro indicador de riesgo que comienza a preocupar. Tal y como ha declarado en numerosas ocasiones la consejera de Sanidad, Verónica Casado, los nuevos positivos de hoy, serán los ingresos hospitalarios del mañana.
Esto significa que la incidencia por encima de los 900 casos por 100.000 habitantes registrada en Zamora en las primeras semanas de noviembre, ahora se traduce en un incremento de los hospitalizados por coronavirus, con un notable ascenso de los pacientes ingresados en UCI.
Los datos de este pasado viernes reflejan en Zamora más de un 73% de ocupación en UCI, la más alta de la comunidad y un total de 97 pacientes en planta que dejan una ocupación por encima del 20%, pero tampoco es un dato positivo ya que los ingresos en planta por otras patologías, como por ejemplo la gripe, también ponen en riesgo el colapso sanitario.
Asimismo, la provincia cuenta con el índice de pruebas positivas más alto de la comunidad con un 18,92%. Un dato negativo que contrasta con la mejoría del índice básico de reproducción (número de personas que se contagia por un único positivo) pasando del 0,88 al 0,86.
Con todo ello, la provincia mantiene en niveles muy altos todos sus indicadores de riesgo, salvo el porcentaje de casos con trazabilidad (capacidad sanitaria para conocer el origen de los contagios) que se encuentra en un 72,08%, lo que supone que se desconoce el origen de solo el 28% de los positivos detectados.
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