La estimulación temprana al servicio del desarrollo integral del alumno en las primeras etapas de escolarización

Las tres aulas de infantil y el primer internivel de Educación Primaria del Centro Santísima Trinidad, con más de 150 alumnos a la cabeza y siete profesores implicados, desarrolla en las etapas iniciales un Programa de Desarrollo Básico que tiene como objetivo prevenir futuras dificultades de aprendizaje

La estimulación temprana al servicio del desarrollo integral del alumno en las primeras etapas de escolarización
La estimulación temprana al servicio del desarrollo integral del alumno en las primeras etapas de escolarización

El cerebro más sencillo que se conoce puede aprender y recordar, eso es lo que descubrió E. Kandel y le llevó a recibir el nobel por su estudio con una babosa de mar. Nuestro cerebro humano es mucho más complejo y con una capacidad sorprendente para adaptarse al entorno, memorizar y prestar atención, pero la idea de que es flexible y sigue creciendo con el tiempo, todavía no está totalmente valorada por la sociedad. Quizás es por esta razón por la que el cerebro todavía es un gran olvidado dentro del aprendizaje.

Las tres aulas de infantil y el primer internivel de Educación Primaria del Centro Santísima Trinidad, con más de 150 alumnos a la cabeza y siete profesores implicados, desarrolla en las etapas iniciales un Programa de Desarrollo Básico que tiene como objetivo prevenir futuras dificultades de aprendizaje.

“Trabajamos a través de la manipulación enriqueciendo las experiencias de aprendizaje y desarrollando habilidades de coordinación motriz. Los movimientos corporales, permiten un conocimiento del cuerpo y un autocontrol que favorece el desarrollo de la creatividad, comunicación e imaginación” (Antonio García, Orientador del Centro y responsable del Área de Educación Física en el primer internivel de primaria).

El Centro realizó un gran esfuerzo organizativo y de formación del profesorado para implantar el Programa de Desarrollo Básico en la etapa de 3 a 6 años el pasado Curso 18-19. Los resultados analizados por el Equipo de Profesores de Infantil en coordinación con el Departamento de Orientación del Centro, evidencian a fecha de hoy una detección precoz de dificultades de aprendizaje de la lecto escritura que permite actualmente dibujar las medidas de atención individualizada para el alumnado. 

“Cada día, los alumnos de la Etapa de Infantil tienen destinado en su horario una franja específica para el desarrollo del PDB. La puesta en práctica del programa se lleva a cabo en tres fases: el programa de movilidad, donde realizan ejercicios de arrastre, gateo, paso soldado y marcha, para acabar afianzando el patrón cruzado. El programa manual (con la escalera de braquiación), donde trabajan la coordinación óculo-manual, la capacidad respiratoria y la pinza escribana (procesos muy relacionados con la lecto escritura). Y por último, el programa de equilibrio, donde desarrollan el sistema vestibular, mediante balanceos, ejercicios de aceleración tipo columpios y ejercicios de rotación (la croqueta)”, explica Carolina Martín Cachazo, coordinadora de la Etapa Infantil del Centro.

Para llevar a la práctica del PDB, el centro ha adaptado dos tipos de espacios; espacios de acción motriz abierta y espacios de exploración individual. En los primeros es el propio gimnasio y el material los que actúan como propulsores del desarrollo y del aprendizaje del propio alumno al producirse una relación con el material, el espacio y con sus compañeros. Estos espacios suelen girar en torno a retos colectivos donde entra en juego lo colaborativo y la toma de decisiones. Los espacios de exploración individual están montados en los pasillos utilizados por el alumnado para que de forma directa se produzcan situaciones psicomotrices previstas en el programa.

Santisima trinidad (1)

Está científicamente demostrado que en los primeros años de la infancia el cerebro del niño tiene una alta capacidad para crear nuevos circuitos neuronales en base a los nuevos aprendizajes y las experiencias vividas. Es lo que se conoce como plasticidad cerebral. Esta evidencia, permite coordinar las actividades del Programa de Desarrollo Básico para potenciar las habilidades de relación del alumno con su entorno físico y social. Además, dado su carácter preventivo y rehabilitador, estos programas de estimulación educativa son claves para la detección precoz de problemas del neurodesarrollo o de situaciones de riesgo que podrían interferir en los sucesivos aprendizajes del alumno. Es en este punto, donde se hace esencial la coordinación entre el profesorado y el departamento de orientación del centro.

Además de los beneficios genéricos a nivel neurológico de la intervención educativa temprana, el profesorado implicado en su desarrollo constata una mejora de la capacidad de concentración y creatividad del niño y un mayor interés del alumno por explorar y aprender; pilares esenciales para un buen aprendizaje futuro.

Poner el foco del proceso de enseñanza en bases científicas, ha llevado al Claustro de Profesores del Centro a apostar por la puesta en marcha de Metodologías Activas diseñadas bajo los fundamentos teóricos de ciencias como la Neurología, la Psicología del Desarrollo y la Pedagogía. De este modo, el Aprendizaje Basado en Proyectos, el Aprendizaje Basado en el Juego y los Proyectos de Aprendizaje y Servicio se han convertido en las señas de identidad y calidad educativa del Colegio Santísima Trinidad.

“Estamos disfrutando mucho de la creación de nuevos espacios de aprendizaje donde el estudiante se convierte en el verdadero protagonista del desarrollo de su proceso de enseñanza. Además de los objetivos y estándares curriculares, el Programa de Desarrollo Básico permite sacar partido del potencial social e integrador que tiene el alumnado y se ha convertido en una herramienta maravillosa para trabajar la inclusión en el aula de alumnos con dificultades de aprendizaje que encuentran en este nuevo escenario una oportunidad fantástica para sentirse cómodos”, finaliza Luis de Mena, director pedagógico del aula.

Santisima trinidad (2)

La presencia del protocolo del Plan de Inicio de Curso COVID19 ha obligado a gestionar de manera eficiente las adaptaciones pertinentes en el Programa. Cada clase, antes y después del uso del material de psicomotricidad, desinfecta eficazmente el espacio utilizado. El alumnado se lava las manos con gel hidroalcohólico, y se respetan las distancias interpersonales (en las aulas de Primaria). Además, existe una clara concienciación en el centro sobre la ventilación necesaria para mantener los niveles óptimos de concentración de CO2 por lo que las puertas abiertas de las aulas son una excusa perfecta para trabajar la contaminación acústica en el centro en favor de la buena convivencia con el resto de clases.

Desde la Dirección Pedagógica, se valora positivamente el esfuerzo que ha supuesto para el profesorado la formación específica realizada, el clima de convivencia que se desarrolla en las sesiones y la adaptación camaleónica del profesorado para seguir enganchado a metodologías activas de aprendizaje en un curso tan exigente como el actual. En definitiva y como reza en uno de los eslóganes del Proyecto Educativo del Centro: “otra maravillosa forma de aprender es posible”.

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