Fue el lunes a mediodía cuando los padres y madres de alumnos del colegio San José de Zamora recibían un mensaje urgente para conectarse a una reunión telemática por la tarde. Nadie se imaginaba que el contenido de esa reunión fuera a ser tan impactante: el colegio de la Congregación de las Siervas de San José en la Avenida Requejo desaparecía para fusionarse con Trilema.
“Nos dijeron en la reunión telemática que los profesores se habían enterado esa misma mañana y nosotros nos enteramos a las seis y media de la tarde de esa decisión”, lamenta una madre consultada por zamora24horas, que muestra el sentir mayoritario de los padres y madres de alumnos de este centro educativo.
La noticia fue una bomba. A partir del 1 de septiembre, las instalaciones de la Avenida Requejo cierran definitivamente y todas las aulas pasan a formar parte de Trilema y a ubicarse en la calle Argentina. En principio, según explicaron desde el centro educativo a los padres, Trilema se hará cargo de los profesores, siempre y cuando tengan alumnos suficientes.
“Parece que todo se ha precipitado, porque en principio esto no se iba a comunicar hasta más adelante, pero desde Educación se ha obligado a informar a los padres antes de que finalizase el plazo de matriculación”, explican los padres consultados por este periódico, contrariados: “Es un cambio radical, un cambio total en cuanto a la educación que queremos que tengan nuestros hijos. El San José siempre ha sido un colegio pequeño, familiar, todos nos conocíamos, fomentaba una serie de valores éticos y religiosos con los que hemos crecido, porque muchos son alumnos cuyos padres y madres fueron antiguos alumnos. Queríamos eso para nuestros hijos”, reflexionan.
Y es que a partir del próximo curso se pasará de 150 a 600 alumnos en el nuevo centro educativo: “El cambio es brutal y todo lo que eso conlleva”, comentan los padres, a la vez que también ven cómo el cambio de ubicación ya no solo obligará al mencionado cambio de sistema educativo “en el que no confiamos porque el sistema del San José era el que nos funcionaba”, sino que también “cambian los esquemas de vida” dado que a muchos padres les resultará costoso llevar a los alumnos hasta la calle Argentina cada día.
Ante esta situación, los padres y madres de alumnos lamentan que no se haya informado con anterioridad para haber movido otro tipo de opciones: “Vamos a ver si podemos dar marcha atrás, buscar soluciones; pero a estas alturas ya hay pocas, y lo que nos ofrecen no nos gusta”, comentan los padres, que dan por hecho que los grupos de alumnos ya cohesionados tendrán que dispersarse y cambiar a una educación que no les convence.
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