La Tercera Caída despista a la lluvia y completa su viaje hasta el Museo

 La Tercera Caída despista a la lluvia y completa su viaje hasta el Museo
La Tercera Caída despista a la lluvia y completa su viaje hasta el Museo

Con susto, pero la Tercera Caída también pudo completar su recorrido procesional por las calles de Zamora. A eso de las diez y cuarto de la noche, mientras los hermanos se ubicaban en la Plaza Mayor para la celebración del acto, la lluvia obligó a los espectadores a abrir los paraguas y puso en un puño el corazón de más de uno. Por suerte, el agua se fue como vino y el guion continuó según lo previsto.

Como es tradición, la procesión partió a eso de las 20.30 horas de la iglesia de San Lázaro, el templo de un barrio que se volcó nuevamente con 'su' Tercera Caída y que llenó las aceras y los balcones para ver la salida. Con las capas blancas ondeando al viento, los hermanos, algunos todavía mirando al cielo por si acaso, iniciaron un recorrido que se completó en su totalidad, a pesar de que estaba previsto un posible corte por San Torcuato en vez de por la calle Benavente si las precipitaciones hacían acto de presencia.

Finalmente, no fue necesaria tal maniobra y, unos minutos antes de las diez y media de la noche, todos los hermanos pudieron guardar silencio y contener la respiración con la atronadora voz del coro, en lo que constituye uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa zamorana.

También hubo un momento para la reivindicación, la del sacerdote que recordó el drama de los refugiados y que reclamó acogida en los países europeos para quienes huyen de la barbarie.

Tras este acto, en una Plaza Mayor literalmente abarrotada, los hermanos pusieron rumbo al Museo de Semana Santa, donde pusieron a buen recaudo a las imágenes antes de quitarse el caperuz y desearse salud para otro año.

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