El acceso al barrio de Carrascal se hace por una carretera de unos cinco kilómetros que unen el barrio de San Frontis con este enclave de Zamora. Se trata de una carretera estrecha, con muchas curvas y que tiene una problemática importante, el barro y el agua que se acumula en la calzada. “Cada vez que llueve, la carretera se inunda o se llena de barro. El problema es que la limpieza de las cunetas no es buena y el manteamiento de las arquetas tampoco, y eso genera un peligro importante en la carretera”, comenta Alfonso Martínez, tesorero de la Asociación de Vecinos de Carrascal.
En las últimas semanas, este barrio de Zamora se beneficiaba del plan especial de asfaltado impulsado por el Ayuntamiento. Sobre este programa, Martínez explica: “Nos parece muy bien que se arreglen los tramos más afectados de la carretera, pero lo primero que tenía que haber hecho el Ayuntamiento era preguntarnos qué prioridades teníamos, porque hay calles mucho peores de lo que han asfaltado”, lamenta el tesorero de esta asociación, que igualmente desvela que: "Desde que está este equipo de gobierno en el Ayuntamiento, no han mandado ni una sola cuadrilla del Plan de Emplea para reparar desperfectos que tenemos en el barrio".
Incluso, durante las últimas semanas en el barrio se ha generado cierto revuelo por el “misterioso” asfaltado de un camino privado de acceso a una vivienda. “No tenemos mucha información al respecto, pero un camino privado que da una vivienda ha pasado de ser de tierra a estar perfectamente asfaltado coincidiendo con la presencia de las máquinas enviadas por el Ayuntamiento para asfaltar la carretera”, confirma Alfonso Martínez.
En este sentido, el tesorero de la asociación también critica la lentitud a la hora de poner en marcha el programa de arreglo de caminos rurales: “Hace seis meses que el Ayuntamiento anunció que se iba a actuar sobre los caminos rurales y no hemos vuelto a saber nada de eso. La relación del Ayuntamiento con los barrios está siendo nula, pero la forma de vender las cosas sí que está siendo buena. En seis meses no se ha sabido nada de algo que anunciaron. Suponemos que cuando vayan a hacerlo volverán a anunciarlo a bombo y platillo. Por eso, nosotros hasta que no veamos hechos, no nos vamos a fiar”, finaliza.
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