Critican la fiesta paralela organizada durante el traslado de las imágenes de la Resurrección

Varios ciudadanos han mostrado a través de las redes sociales su disconformidad con la ‘tradición’ que se ha creado en los últimos años de jalear el traslado de las imágenes procesionales de la Cofradía de la Santísima Resurrección por la calle Balborraz atestada de personas que se encuentran en los bares de la zona. La imagen banal que se ofrece de la Semana Santa y la integridad de los pasos, algunos de los problemas que se plantean.

 Critican la fiesta paralela organizada durante el traslado de las imágenes de la Resurrección
Critican la fiesta paralela organizada durante el traslado de las imágenes de la Resurrección

Al igual que el botellón en San Martín ya está instaurado como una ‘tradición’ semanasantera más en la noche del Jueves al Viernes Santo, en los últimos años también parece estar cogiendo peso la ‘celebración’ del traslado de los pasos de la Cofradía de la Santísima Resurrección por Balborraz una vez terminado el desfile. 

Este domingo, la imagen volvió a repetirse. Las imágenes procesionales dejaban la iglesia de la Horta para acudir al Museo de Semana Santa una vez finalizada la procesión. Durante su traslado, y mientras subían por la calle de Balborraz, cientos de personas que disfrutaban de la calurosa mañana en los bares de la zona, jaleaban a los cargadores, levantaban sus cervezas y copas de vino y los más osados se atrevían también a tocar los pasos mientras ascendían esta zona emblemática del casco antiguo ante la mirada atónita de los turistas que contemplaban la imagen. 

Esta nueva ‘tradición’ está generando críticas de varios ciudadanos, que han mostrado su disconformidad con esta práctica que se está repitiendo durante los últimos años. De hecho, comparan este acto con la procesión pagana de San Genarín en León. 

“No se asusten del botellón, no se asusten que nada tiene que ver con la Madrugada zamorana (cuyo mote de procesión de los borrachos nos ha costado tanto quitarnos de la espalda), que el verdadero peligro y amenaza para la integridad de la Semana Santa ahora nos viene de la mano de la Cofradía de la Resurrección, que lejos de evitar la fiesta que ya llaman las huestes San Genarín Zamorano lo alienta o al menos lo permite desde la directiva y desde sus cargadores y jefes de pasos”, escribe un zamorano al respecto en el grupo 'Denuncia Cofrade', que pide la cancelación de este traslado, al menos de forma tan inmediatamente posterior a la celebración de la procesión.

Una petición que responde principalmente a la banalización que se hace de la Semana Santa con estos actos y a la integridad de las propias tallas: “Estos son los devotos hombres y mujeres que con una mano se santiguan y con la otra manchan de vil mezquindad. Estos son los cofrades, ajenos, peñas, directivos de otras cofradías, cargadores, madres, padres e hijos que alrededor de los bares, beben, comen (hasta ahí no hay problema) para jalear y gritar ante el paso de las dos imágenes de la cofradía de la Resurrección, que ahora suben tapadas (que menos) pero que son bamboleadas bruscamente (pobre Ramón Álvarez... que alguien denuncie a las autoridades de patrimonio y monumentos esta tropelía) y bailadas en las puertas de los bares haciendo vete tú a saber qué homenaje”, finalizan los críticos de esta actividad en el grupo 'Denuncia Cofrade Zamora' en la red social Facebook.

 

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