El CB Zamora no entiende de imposibles. El conjunto blanquiazul veía hace tres semanas la permanencia a una distancia sideral de cuatro triunfos. Restaban seis duelos y el CB Zamora debía ganar al menos cinco de esos seis choques para tener opciones de permanencia. La situación parecía imposible de revertir, pero solo en el seno del equipo se confiaba en las opciones.
Una confianza que se ha traducido en las tres últimas semanas en tres victorias. Tres triunfos consecutivos que acompañados de las derrotas de sus rivales más directos ponen al equipo de Saulo Hernández a solo una victoria de la salvación a falta de tres jornadas.
Este sábado el rival era Gandía, oponente directo por la permanencia. El choque no se antojaba precisamente fácil y se comprobó desde el primer minuto. El tanteador siempre se mantuvo igualado. Los parciales de 20-23 en el primer cuarto y de 18-14 en el segundo ponían un segundo tiempo de infarto. Uno arriba para los locales y todo por decidir.
Parecía que el partido se iría cuando al final del tercer cuarto la ventaja de los locales era de doce puntos. Pero el CB Zamora demostró que sí cree en los milagros y a un último cuarto colosal se le unió el acierto de Sango en la última acción. Menos de dos segundos, balón para Zamora, y el base francés anotaba una canasta imposible para llevar el delirio al banquillo blanquiazul. Triunfo por 77-78 y la permanencia más cerca.
El próximo sábado, el CB Zamora recibirá en casa a Tarragona, también rival directo en la lucha por la permanencia. Una vitoria podría sacar a los zamoranos, por primera vez en toda la temporada, de los puestos de descenso a Liga EBA. El milagro es posible.
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