Javi Cala pasaba el 27 de mayo por el quirófano para superar su rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. El futbolista caía lesionado en un partido liguero a finales del mes de febrero y desde entonces no había terminado de conocer el alcance exacto de la lesión. En un principio, los galenos le diagnosticaron un fuerte esguince en la rodilla. Pero al no mejorar, el jugador pidió una segunda opinión y es cuando los doctores repararon en que tenía el ligamento cruzado de la rodilla derecha roto.
Tras la operación, el jugador comenzaba con el proceso de rehabilitación. Un proceso que esta semana sobrepasaba una nueva fase, la de comenzar con la carrera continua. Hasta ahora había realizado ejercicios físicos que no requerían impacto sobre el suelo, y desde este lunes ya comenzaba con esta fase que le hace pasar el ecuador de la recuperación.
Javi Cala comienza por tanto una nueva fase de su rehabilitación a la par que el resto de compañeros enfilan las últimas sesiones de trabajo de pretemporada. Y es que tan solo les resta por disputar un último encuentro amistoso que será este sábado en Bragança para devolver la visita al Pioneiros luso. Todo antes de que la plantilla afronte el debut liguero en casa el domingo 20 ante el Segovia Fútsal.
Una plantilla, la zamorana que conocía en las últimas horas que deberá medirse al Universidad de Valladolid en la primera ronda de la Copa del Rey. Una ronda que se disputa a partido único en tierras vallisoletanas y que se disputará el 22 o 23 de septiembre. “Era uno de los peores rivales que nos podía tocar, pero pelearemos por intentar pasar de ronda”, confesaba Eloy Alonso, técnico del FS Zamora.
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