Con estas premisas la idea en los zamoranas está clara: confianza cero y máximo respeto al rival. Esta idea se ratifica aún más si tenemos en cuenta que la derrota más ajustada de los vigueses del Sygenta Seis Do Nadal fue precisamente contra los zamoranos, 60/67, y la siguiente contra uno de los aún candidatos al ascenso, Mieres. Para este encuentro será necesario limitar los problemas en el balance defensivo e intentar poner en valor la supuesta superioridad bajo los tableros de los jóvenes zamoranos
Javier Miguel no podrá contar con toda la plantilla. Será baja el zamorano Marcos Bravo. Además, el americano Dionte Adams lleva toda la semana sin entrenar con los problemas de tobillo que se han visto agravados en las dos últimas semanas y será seria duda. El resto de los integrantes, con las habituales sobrecargas de fin de temporada, están en perfectas condiciones y con ganas de certificar la permanencia antes de llegar a la última jornada y superar, si fuera posible, a Gijón Basket.
Por parte de los vigueses, que han sufrido en sus carnes también, al no poder planificar su viaje, la situación provocada por la FEB, hay que destacar al ex LEB Plata Jesús Díaz, que se incorporó en la segunda vuelta y con sus 20 puntos por partido es una de las referencias gallegas. Además, su amplia cantera le ha permitido, una vez confirmado su descenso, ir dando minutos a jugadores de categorías inferiores para que se vayan adaptando a la liga practicando un baloncesto muy rápido, lo que ocasiona momentos de cierto descontrol que deberán evitar los zamoranos para llevar el encuentro a su ritmo y evitar entrar en los minutos finales con el marcador ajustado.
Así pues, partido más difícil de lo que a priori la clasificación dicta, y una experiencia más para los jóvenes zamoranos, que deberán de superar al rival, la posible ansiedad o exceso de responsabilidad por la situación y la cancha en la despedida de su afición.
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