A finales del mes de noviembre, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zamora aprobaba en la Junta de Gobierno la instalación de desfibriladores en cuatro instalaciones deportivas de la capital. En concreto, el Consistorio se iba a gastar 7.500 euros en seguridad para colocar estos aparatos en el Pabellón Municipal Ángel Nieto, a la Ciudad Deportiva, a los campos de Valorio y a los anexos del Ruta de la Plata.
Tres semanas después, los desfibriladores son una realidad y durante los próximos días, la intención del equipo de gobierno es que todos los trabajadores municipales de las instalaciones deportivas reciban un curso de formación para saber cómo utilizar los desfibriladores semiautomáticos en caso de emergencia.
La llegada de estos aparatos ha sido muy bien recibida entre los clubes que utilizan estas instalaciones a lo largo de la semana. No obstante son miles los niños, jóvenes y adultos que utilizan estas instalaciones. Eso sí, la colocación de algunos de estos desfibriladores no termina de convencer a los usuarios.
Por ejemplo, consideran poco operativo que en el Ángel Nieto el aparato se encuentre dentro del habitáculo destinado exclusivamente a los empleados municipales, ya que en ocasiones esa sala está cerrada con llave mientras el empleado en cuestión realiza los trabajos necesarios en la pista o en algunos de los innumerables cuartos que posee el recinto deportivo.
Pese a ello, desde el colectivo que forman los equipos deportivos celebran esta instalación, y esperan que próximamente también puedan colocarse desfibriladores en las piscinas municipales.
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