Cuando todo parecía perdido, la fe del MMT Seguros acudió al rescate. Seis goles abajo, ante un rival que se jugaba la vida y con la enfermería en overbooking, los zamoranos reaccionaron para ganar, tres meses después, en el Ángel Nieto. Con gestos de rabia, un juego fluido en ataque y toda la intensidad posible en defensa, los hombres de García Valiente terminaron borrando de la pista al Juanfersa Gijón para mandar una advertencia: que nadie les dé por muertos.

Y eso que el partido empezó por unos derroteros poco halagüeños. El Juanfersa Gijón, que llegaba dispuesto a dar un paso adelante en su camino hacia el play off, aprovechó su poderoso lanzamiento exterior y su acierto desde los extremos para abrir una pequeña brecha inicial. Sin los recursos ofensivos de Octavio y de los tres extremos lesionados, el MMT Seguros falló más de la cuenta, se despistó en los minutos previos al descanso y se encontró con una renta de cinco goles en contra al descanso (11-16).

Todo cambió tras la reanudación. Tras el tanto inicial de los asturianos, el MMT Seguros descargó, en forma de tormenta perfecta, toda la rabia que había acumulado en estos meses sin paladear el triunfo ante su gente. Con Molina en trance y Ceballos, Reyes y Guille inspirados, los zamoranos empezaron a golpear en el mentón a su rival sin permitirle siquiera levantar los brazos. Contra las cuerdas, el Juanfersa Gijón apenas pudo frenar la sangría cuando el choque estaba prácticamente equilibrado (15-17).

Sin capacidad para atravesar el muro pistacho, que fue el de los mejores días a partir del descanso, los asturianos fueron viendo cómo el cerco sobre su ventaja se hacía cada vez más estrecho. Las paradas de Leo Maciel, al nivel del equipo tras el paso por vestuarios, complicaron aún más la vida de un cuadro gijonés, que aun así se defendió con orgullo, apretó para mantener la ventaja y sólo permitió la igualada a cinco minutos para el final (25-25).

Para entonces, Jortos, Luisín, Sandín o Andrés ya habían hecho de las suyas para colaborar con los chilenos, Guille y Molina en la reacción. Precisamente el leonés puso a los zamoranos en ventaja a falta de apenas dos minutos. Ya no hubo tregua hasta la bocina. El MMT Seguros defendió como si le fuera la vida en ello y pudo sentenciar con un brillante gol de Diego Reyes en el último minuto y con los colegiados a punto de pitar pasivo.

Al final, el júbilo invadió el pabellón y el MMT Seguros, lesionados incluidos, fue una piña. La fe volvió a darle a los zamoranos un empuje para creer que, a primeros de junio, el regreso a la Asobal puede ser una realidad.

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