Después de atravesar la parte más depresiva de la temporada en la que el CD Villaralbo recibía de manera dolorosa y sistemática goleada tras goleada, los azulones parecen estar terminando la campaña en un buen estado de forma y luciendo una importante dosis de amor propio.
Ingredientes que le están permitiendo competir en cada uno de los últimos duelos, pese a terminar cayendo en casi todos sus compromisos. La última prueba de ello fue hace siete días ante el Zamora, cuando los pupilos de Jesús Benito cayeron por la mínima ante un equipo que pelea por colarse en la fase de ascenso a la Segunda División B.
En esa misma línea tratará de mostrarse el Villaralbo este sábado, a partir de las cinco de la tarde en la Ciudad Deportiva Fernández García, en la visita del Tordesillas. Pese a tener una de las plantillas llamadas a estar en la zona alta de la tabla, las circunstancias han llevado a los vallisoletanos a navegar por la zona baja, y estar muy cerca de las posiciones de descenso por arrastres.
Es por ello que el Tordesillas llegará a Villaralbo tremendamente necesitado y con la urgencia de los puntos. Una urgencia que no tienen los locales, que pueden jugar con esa tranquilidad para brindar a su afición un nuevo choque cargado de lucha, intensidad y orden defensivo para tratar de engrosar ligeramente su escaso casillero de puntos.
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