Doce años y medio de poder creciente

Fernando Martínez-Maíllo llegó a la presidencia del PP de Zamora con 35 años y tras 18 meses como presidente de la Diputación. Se marcha después tras dar el salto a la política nacional y situarse como uno de los hombres fuertes de Mariano Rajoy.

 Doce años y medio de poder creciente
Doce años y medio de poder creciente

Cuando Fernando Martínez-Maíllo (Zamora, 1969) alcanzó la presidencia del Partido Popular de Zamora en diciembre del 2004, Mariano Rajoy, catorce años mayor que él, aún rumiaba su derrota en las elecciones de marzo de ese año ante José Luis Rodríguez Zapatero. Una década larga más tarde, por fin convertido en jefe del Ejecutivo desde el 2011, el líder del PP nacional confió en el ya experimentado responsable de provincias para renovar la dirección del partido y afrontar su reelección.

Tuvo que ser a la segunda y con suspense, pero Rajoy logró repetir en el cargo y agradeció el papel de Maíllo nombrándolo coordinador general de la organización, un cargo que le sitúa casi al nivel de María Dolores de Cospedal, un escalón por debajo del presidente a nivel de jerarquía. Demasiada responsabilidad para compaginarla con la presidencia del PP de Zamora, que aguarda nuevo dueño tras la renuncia del joven que logró hacerse fuerte tras superar la herencia de la etapa de Dionisio García Carnero.

No en vano, Maillo llegó a la presidencia del PP en el inicio de un nuevo periodo, apenas superado el proceso del Caso Zamora que amenazó con herir de muerte a la organización en la provincia. Con el joven líder al frente, los populares consiguieron mantener su hegemonía y fueron, poco a poco, cerrando filas en torno a una figura cuyo grado de poder fue creciendo a medida que pasaban los años.

Su principal oposición interna fue la de la corriente encabezada por Rosa Valdeón, alcaldesa de Zamora entre el 2007 y 2015, con quien nunca le unió una buena relación. Los tira y afloja fueron una constante con su compañera hasta que el positivo por alcoholemia de la ya entonces vicepresidenta de la Junta en septiembre del 2016 hizo mella en una carrera que avanzaba hasta el punto de situarla como heredera natural de Juan Vicente Herrera al frente del PP regional.

Esta circunstancia, unida al triunfo de Mañueco en las primarias celebradas hace apenas unas semanas, permitió a Maillo encontrarse con un escenario muy positivo para sus intereses y rodeado de dirigentes con los que mantiene un buen feeling político. Para entonces, ya hacía meses que había nombrado a Mayte Martín Pozo coordinadora general del partido en Zamora para la gestión del día a día.

Ahora, Maillo podrá dedicarse a su trabajo en Génova, una labor de partido que seguirá compaginando con la de diputado en el Congreso y que le aparta de una labor que desempeñó, según sus palabras, en aras de la "unidad" y el "éxito".

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