En un clima de recogimiento sin fisuras, con la esencia vigente a pesar del cambio del recorrido y entre la tenue luz que proporcionan las velas, las hermanas y hermanos de Las Siete Palabras han procesionado este martes santo por quincuagésima vez en su historia, un aniversario que han celebrado partiendo de la Catedral en dirección a su hogar, la Horta, con la estameña blanca y el caperuza verde como inconfundibles señas de identidad.
De este modo, tras celebrar la misa habitual en la Seo, el acto que normalmente tiene lugar en Viriato se ha celebrado esta vez antes de la salida, con el obispo de nuevo como protagonista de un alegato muy personal con Las Siete Palabras como hilo conductor y con el Cristo de la Expiación como testigo de lujo.
Frente a la imagen del crucificado, que data del siglo XVII, Gregorio Martínez ha lanzado un discurso vehemente, cargado de reflexiones en pos de la reconciliación de las hermanas y hermanos con Dios y la Virgen: "No les deis la espalda", ha advertido el obispo, que también ha hecho referencia a algunos otros asuntos, como el del aborto, al pedir a los miembros de la cofradía que rechacen apoyar esta práctica como derecho de la mujer.
Casi a la una de la madrugada, los cofrades han emprendido el camino hacia la Horta entre un público que sigue llenando las aceras y las plazas, disfrutando del buen tiempo que finalmente está acompañando a la Semana Santa zamorana.
No ha sido hasta unos minutos antes de las tres cuando la procesión ha finalizado y se ha realizado el intercambio de poderes entre el responsable saliente de Las Siete Palabras, José Tomás, y el entrante, Roberto Ariza, que toma las riendas de la cofradía.
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