La carrera estuvo marcada por el mal tiempo, con la lluvia presente desde el banderazo de salida. Tras un primer intento de cuatro unidades que tuvo el beneplácito del pelotón, se formó un numeroso grupo de diecisiete hombres entre los que marchaba Nick Schultz. El grupo fue abriendo hueco hasta conseguir rentas por encima de los tres minutos. El propio Schultz fue de los últimos supervivientes de la escapada, cosechando los puntos necesarios para auparse como ganador de la montaña.
A falta de cincuenta kilómetros para el final, el pelotón acabó con las aspiraciones de los fugados, poniendo la carrera en manos de los favoritos. En ese grupo aguantaban seis hombres de Caja Rural-Seguros RGA, entre ellos Jaime Rosón.
Un ataque de Simon Yates desató las hostilidades a treinta de meta, provocando la formación de un grupo donde se congregaron los principales favoritos. Fue el propio británico quien volvió a probarlo ya en las rampas de Puy, donde consiguió despegarse de sus rivales hasta plantarse en solitario en la línea de meta.
Jaime Rosón explicaba en línea de meta: “El tiempo hizo la carrera muy dura desde el principio. Al final los equipos World Tour forzaron un ritmo que no pudimos seguir. En general, mi estado de forma es bueno. Esta era una carrera que tenía marcada en el calendario y espero mantener la forma para la Vuelta al País Vasco la semana que viene. Va a ser una carrera muy dura donde estaremos peleando por ganar etapas”.
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