El FS Zamora parece haber dado una vuelta de tuerca más a su rendimiento y después del parón ya ha conseguido dos victorias de enorme mérito ante dos conjuntos que militan en las posiciones de privilegio en la categoría. Si hace siete días era el segundo clasificado el que caía en el Ángel Nieto, esta vez fue el cuarto el que sufrió el buen estado de forma de los zamoranos.
No era un duelo cualquiera. No eran tres puntos más. El FS Zamora tenía marcado en rojo el choque ante la Universidad de Valladolid. Y es que los pucelanos han sido los únicos capaces de sacar los tres puntos del Ángel Nieto esta temporada. Y no lo hicieron de cualquier manera, sino que lo hicieron con un 1-6 muy doloroso para equipo e hinchada. Por eso, la extramotivación en las huestes de Antonio Fernández era mayor si cabe que otros fines de semana.
No fue un partido especialmente vistoso para los hinchas. De hecho, durante los primeros veinte minutos, el marcador no se movió. Los dos conjuntos se mostraron mucho respeto y las pocas ocasiones creadas por uno y otro bando no se convertían. Tuvo que ser tras el paso por vestuarios cuando el duelo se desató. José Cebrián hacía el primer tanto a los cinco minutos de la reanudación. Con las hostilidades rotas, un minuto después empataba la UVA.
Tras el empate, de nuevo minutos de respeto, mucha solidez en los dos equipos y la sensación de que la contienda sería muy diferente a la de la ida. Cualquier detalle decidiría el encuentro. Y ese detalle lo aprovechó el FS Zamora. Andrés encontraba portería en el minuto 34 y desde ahí, los rojiblancos supieron sufrir para ofrecer su mejor versión defensiva y conseguir tres puntos que le permiten asaltar la cuarta plaza y quitarse la espina del enfrentamiento de la ida.
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