Saulo Hernández: “Todavía queda un trabajo tremendo por delante”

El entrenador del CB Zamora, todavía eufórico por la cuarta victoria consecutiva de su equipo que le permite salir por primera vez del descenso, advierte que aunque una parte muy importante del trabajo se ha completado en este mes, todavía quedan quince días de exigente temporada.

 Saulo Hernández: “Todavía queda un trabajo tremendo por delante”
Saulo Hernández: “Todavía queda un trabajo tremendo por delante”

Otra duelo de sufrimiento. Esta semana me decía un amigo que se lo está pasando pipa, pero que tenemos que tener cuidado con los corazones. Alguna vez está bien, pero durante todo el año, tanto para perder como para ganar los partidos, parece que no se puede resolver el duelo antes de los últimos treinta segundos. 

Ventaja de 19 puntos desperdiciada. Si algo he aprendido este año como entrenador es que los partidos duran cuarenta minutos. Porque este año, tanto a favor como en contra hemos tenido parciales grandes; veces que parecía que el partido estaba decidido antes de tiempo. Pero este año nos están recordando constantemente que los partidos duran cuarenta minutos. Precisamente si ante Tarragona tengo que destacar algo de los jugadores es eso, porque en Tarragona íbamos veinte arriba y perdimos en la prórroga. 

Remontada de Tarragona. Las caras de los jugadores eran un poema cuando pedía un tiempo muerto a falta de siete minutos para el final, nos habían remontado e íbamos siete abajo tras desperdiciar diecinueve puntos de ventaja. Todo en un partido en el que te estás jugando la vida. Lo único que hice fue recordarles que ya habíamos remontado situaciones así y que siete puntos no eran ninguna tragedia, con siete minutos por jugar. Eso es un mundo en baloncesto. Esto que se dice muy fácil ahora en frío, en la cancha y especialmente en jugadores jóvenes es algo que cuesta que lo entiendan, que sean conscientes del tiempo que queda y que no se vuelvan locos. La reacción que tuvo el equipo a nivel mental en esos siete minutos es de lo que más orgulloso me siento como entrenador.

Fuera del descenso. Me parece fenomenal y los chavales tienen un mérito tremendo. Porque vamos a ser sinceros, el entorno ha empezado a creer en la última semana. Si hace cuatro semanas decimos que se apueste un dinerillo a favor de nuestra permanencia, no pone nadie ni un euro. 

Mensaje que cala hondo. Que los jugadores, que son los que cada día me aguantan, hayan creído en mí y en el discurso me llena de orgullo. Hablamos que el baloncesto no nos había dado ni una dosis de suerte en la racha de derrotas consecutivas. Ellos han creído, han seguido currando y cuando en 24 jornadas habíamos ganado cinco partidos, ahora en las cuatro últimas hemos ganado cuatro.

Dos jornadas más. Ahora tenemos un gran problema, y es que seguro que si no ganamos ninguno de los dos siguientes estamos descendidos. Ahora hay que saber gestionar a estos chicos que celebraron el triunfo como si hubiéramos ganado la Euroliga. Deben darse cuenta que aún nos quedan quince días de competición, dos partidos tremendamente difíciles. Estoy seguro que como mínimo vamos a necesitar una victoria, si no las dos. Entonces por una parte estoy súper contento de estar en esta situación. Estamos vivos. Pero por otro lado, estoy preocupado por la sensación que pueden tener los jugadores de que el trabajo está hecho. 

Dos finales. Hemos hecho el trabajo necesario pasa salir del descenso, pero ahora nos queda un trabajo tremendo por delante. Navarra es un grandísimo equipo que lucha por entrar en play off. Y para cerrar, Albacete llegará aquí también con todo por jugarse respecto a la permanencia.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído