Es una tradición cuyo origen se ha perdido, pero que ya constituye una imagen icónica de la proximidad de la Semana Santa zamorana. Como sucede desde principios de los años 20 en vísperas de la Pasión, la fachada del Ayuntamiento luce ya los clásicos reposteros, los estandartes de las cofradías que, un año más, desfilarán por las calles de la ciudad en la cita religiosa, cultural y turística más importante del año para la capital.
A eso de las cinco y cuarto de la tarde, varios responsables de la Junta Pro Semana Santa, encabezados por la presidenta, Isabel García Prieto, y por su predecesor, Antonio Martín Alén, han entrado al Ayuntamiento con los reposteros bajo el brazo dispuestos a vestir la fachada con los mantos de cada una de las cofradías.
En esta ocasión, no se ha renovado ningún repostero, como sí había sucedido el año anterior. Entonces, aparecieron los nuevos estandartes de la Vera Cruz y de Nuestra Madre. Eso sí, ha vuelto a colocarse el de la Soledad, retirado en el 2014 ante la postura de la directiva de la Congregación, que entendió que una sola imagen valía para los dos desfiles.
Así, y por espacio de aproximadamente una hora, los responsables de la junta de cofradías han ido situando, uno a uno, los 18 reposteros que dan comienzo a la cuenta atrás. El jueves, el Mozo cruzará el puente y Zamora se pondrá la túnica.
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