Pero según explica David Carrión, portavoz de Ciudadanos en la Diputación, detrás de estos datos positivos se esconde una demanda que los ganaderos de nuestra provincia y comunidad autónoma siguen exigiendo para evitar la muerte injusta de miles de animales a lo largo de las campañas de saneamiento. Esta demanda es que se permita a los titulares de las explotaciones el derecho a contrastar o verificar el resultado de las pruebas realizadas tanto de tuberculosis (gamma interferón) como de brucelosis en laboratorios oficiales o por veterinarios oficiales o autorizados.
Como ejemplo, varias comunidades autónomas ya están dando estos pasos tan demandados por los ganaderos, como es el caso de Cantabria, donde hace escasos días la Consejería de Medio Rural publicaba una orden en este sentido. Permitiendo a los ganaderos solicitar una muestra adicional (o contraanálisis) que será precintada y conservada por el Servicio de Laboratorio y Control (SELYC) de la Dirección General de Ganadería, pudiendo pedir el contraste de las mismas.
Según los datos de los diferentes sindicatos agrarios, a lo largo del año 2015, y a la espera de tener toda la información en lo relativo a 2016, en nuestra Comunidad se sacrificaron 6.148 vacas tras dar positivo en las pruebas de tuberculosis, de las cuales, solo 1713 dieron positivos “post morten”. Lo que quiere decir que 4.435 vacas se mataron sin ningún motivo. Las cuáles, de existir y autorizarse esta segunda prueba o contraanálisis no hubieran causado baja de nuestras explotaciones con el gasto y pérdidas de calidad y dinero que ello supone para los ganaderos.
Otra demanda de los ganaderos es que se reduzca el tiempo de espera para cobrar las indemnizaciones por las muertes de sus vacas, que en algunos casos llega casi al año, proponiendo como barrera máxima los 6 meses. “Dentro de este pago de indemnizaciones, creemos que estas deberían tener en cuenta criterios que hasta ahora no tienen, y que son demandados por los titulares de las explotaciones de bovino. Nos referimos a que no debería recibir la misma indemnización un animal bien alimentado, con una gran genética y producción, que otro que se encuentre en la explotación para cobrar las ayudas y poco más, que por desgracias los hay y muchos. Hay que premiar al buen ganadero, al que mima a sus animales, y al que se preocupa, a base de gastarse dinero y quebraderos de cabeza, en la mejora genética, la cual es sin duda el futuro de una explotación de garantías. Y la Junta tiene los técnicos sobradamente cualificados para llevar a cabo estas valoraciones”, asegura David Carrión.
Por todo lo anteriormente expuesto, el portavoz de Ciudadanos llevará al pleno de la Diputación la siguiente propuesta de acuerdos:
- Instar a la Junta de Castilla y León a autorizar una segunda prueba o contraanálisis a los ganaderos que así lo soliciten en el caso de las pruebas de brucelosis y tuberculosis bovina.
- Instar a la Junta de Castilla y León a acortar los plazos de pago de las indemnizaciones a los ganaderos por el sacrificio de sus vacas positivas.
- Instar a la Junta de Castilla y León a establecer criterios diferenciadores a la hora de establecer las indemnizaciones, basados en el cuidado y calidad de los animales afectados.
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