Las pintadas vuelven a cercar la ciudad

A mediados del pasado mes de febrero, el basamento de la reja exterior de la Catedral aparecía con el rótulo de cuatro firmas realizadas con spray negro. 

 Las pintadas vuelven a cercar la ciudad
Las pintadas vuelven a cercar la ciudad

Zamora continúa con los trabajos a contrarreloj para presentar su mejor imagen de cara a la Semana Santa, uno de los principales escaparates turísticos de la capital. Sin embargo, numerosos vándalos se empeñan en echar por tierra el esfuerzo de ciudadanos particulares y comerciantes que se afanan en adecentar y engalanar sus propiedades para que la ciudad muestre su mejor versión.  

Asimismo, cabe recordar que a finales de abril del pasado año, el Ayuntamiento de Zamora habilitaba una dirección de correo electrónico a disposición de los vecinos para solicitar la limpieza de sus fachadas, tanto de edificios privados como de zonas públicas. En apenas mes y medio, se recibieron 140 solicitudes que obtuvieron su respuesta por parte de una cuadrilla de pintores del Plan Emplea de la institución, si bien es cierto que la medida no permitía actuar sobre piedra ni tampoco sobre elementos que estuvieran protegidos por Patrimonio. 

Pese a que desde el consistorio se apeló al civismo de los zamoranos, lo cierto es que muchos de los trabajos de los operarios municipales fueron en vano, de ahí que el Ayuntamiento terminara por paralizar la iniciativa. Sirva como muestra de ello el antes, el después y el ahora del Mirador del Troncoso. 

Sin embargo, las gamberradas fueron más allá y, a principios de mayo, los laterales de la puerta trasera de la iglesia de San Esteban amanecían con mensajes rotulados con spray en los que se podían leer ‘Antinazis’ y ‘Viva la república’. Un mes más tarde, la actuación era abordada por la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, administración regional desde la cual se recordaba que estos actos vandálicos sobre Bienes declarados de Interés Cultural, además de dañar el patrimonio cultural, están tipificados en el Código Penal con penas de prisión de uno a tres años y multas.

Con todo, casi un año después y lejos de mejorar, el aspecto exterior del templo se ha deteriorado aun más.

Así, la capital del Románico veía cómo en las últimas semanas su principal emblema era la víctima de lo que algunos ciudadanos han tildado de “atentado” contra el Patrimonio. Desde mediados de febrero, cuatro pintadas negras custodian la entrada al templo dedicado al Salvador. Para colmo, según fuentes del Obispado, la piedra sobre la que se asienta la rejería de la Seo “carece de valor artístico” por lo que no se procederá a su limpieza. 

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