La afición del CD Zamarat Quesos El Pastor es una hinchada acostumbrada a sufrir en los últimos años. Sufrir por conseguir la permanencia y también sufrir por sacar adelante cada partido que se juega en el Pabellón Municipal Ángel Nieto. De los cuatro triunfos que lleva en su casillero esta temporada el equipo de Lucas Fernández, tres han sido en casa. Y aunque hubo partidos de todo tipo, la parroquia local no recordaba un encuentro como este, ni en esta temporada, ni en los últimos años. 

Un duelo que desde el primer instante ya se decantó a favor del bando local y que terminó siendo escandaloso en cuanto al resultado. El 73-37 final y las sensaciones que se desprendían de la pista poco hacían pensar que se trataba de un duelo entre dos oponentes de la misma categoría, y que el conjunto que caía era el cuarto de la Liga Femenina, ante el antepenúltimo clasificado. Los papeles se invirtieron y el CD Zamarat aprovechó un mal día de Araski, ya clasificado para la Copa de la Reina, para darse un festín. 

Un triunfo apabullante por casi cuarenta puntos de diferencia que entra en la historia del club naranja como una de las victorias más holgadas desde su estancia en la máxima categoría del baloncesto femenino español. Los parciales fueron claros: 20-6, 13-12, 25-10 y 15-9. Parecía un duelo de seniors contra juveniles en un Ángel Nieto que no creía lo que estaba viendo. 

La exhibición del tridente formado por Richards (25), Ramona (15) y Mokango (19) fue estelar y entre las tres anularon cualquier tipo de capacidad de reacción del oponente. El partido fue tan cómodo, que Lucas Fernández también aprovechó para darles a las jóvenes zamoranas la oportunidad de sumar minutos para reconocer el esfuerzo realizado en cada entrenamiento. Así, María Montalvo, Paula de la Fuente y Sara Hermosa contribuyeron a una victoria que supone un soplo de aire para un Zamarat que se marcha al descanso con alguna duda menos que antes de afrontar este choque decisivo.

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