Tras la ovación final del concierto conjunto con Espinho, Sara Pérez Tamames valoraba de forma muy positiva el desarrollo de la décima edición del festival y en concreto de la actuación final. “No sabíamos qué iba a suceder porque era algo nuevo y queríamos que la gente bailase. Al principio hubo cierta timidez pese a que habíamos colocado las sillas para dejar el centro libre y que la gente bailase pero creo que ha sido una buena idea, queríamos que Zamora formara parte del festival, no solo que viniera a nuestros conciertos y estuviera sentada sino que participara para celebrar con nosotros estos diez años y veo a la gente contenta con el resultado”, manifestaba. 

El pasodoble fue el género elegido como cierre al festival al tratarse, en palabras de Sara, de “un tipo de música popular que le gusta al público de Zamora y que permitía bailar”. Los conciertos matinales en los barrios y los pasacalles desde la Plaza Viriato fueron las otras dos grandes novedades de la presente edición. “Queríamos que la música no quedara concentrada en las últimas horas de la tarde de ocho a diez, por eso se añadieron los conciertos en los barrios por las mañanas, para disfrutar de la música y también para que esta no quedara solo en el centro de la ciudad”.

Dos iniciativas, junto al concierto de pasodobles “para repetir y cumplir otros diez y otros diez años más”, afirmaba con entusiasmo. Por último, la presidenta de la BMZ agradecía el esfuerzo realizado y el tiempo dedicado por todos sus compañeros de la Banda durante los diez días del festival.

Por su parte, el director de la banda zamorana, Manuel Alejandro López, explicaba que la edición de este año "merecía un cariño especial" por ser el décimo aniversario. Por ello, desde la junta directiva habían pensado en la "locura" del concierto de pasodobles, con el objetivo de darle un toque más festivo a la celebración. López se mostraba satisfecho con la respuesta del público y ponía en valor la cercanía del festival: "durante diez días la música está en la calle alejada de teatros y auditorios, creo que es esencial para el futuro de la música y de la cultura musical en general".

Asimismo, Helder Tavares, director de la banda Cidade de Espinho, calificaba de "fantástica" la iniciativa del pasodoble, música "divertida y alegre" que han importado al país luso siguiendo con la máxima de que la música no entiende de fronteras.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído