No pudo ser. El CB Zamora perdía este sábado una opción de oro para escapar de las posiciones de descenso por primera vez en la temporada. Y la perdía por no ser capaz de gestionar una renta de veinte puntos que llegó a tener en los primeros compases del tercer cuarto. Los blanquiazules dieron dos caras completamente diferentes en su importante duelo ante un rival directo como Tarragona.
El primer tiempo fue de claro color blanquiazul. Pese a que los primeros diez minutos fueron de igualdad, la sensación era de que el CB Zamora Aquimisa Queso Zamorano era superior y podía romper el partido. Al término de ese primer cuarto, el CB Zamora se marchaba ganando por un punto pero realizando un encuentro muy serio, asentado en una defensa tremendamente férrea.
A partir de ahí, el equipo de Saulo Hernández creció en el segundo cuarto hasta conseguir un parcial de 1-18 en los últimos minutos a base de mucho acierto en el lanzamiento. Redpath, Perry, Forbes, Hansen y Kody estaban castigando el aro catalán y permitían a su equipo marcharse al intermedio con un claro 30-47.
La diferencia rondó los veinte puntos en los inicios del tercer cuarto, pero muy rápido se vio que el decorado iba a cambiar. Tarragona ajustó en defensa y comenzó a mostrarse letal en el lanzamiento. Poco a poco, la distancia se iba reduciendo y Saulo Hernández no lograba cortar la hemorragia ofensiva del rival. El CB Zamora entraba en los últimos diez minutos con nueve puntos de renta (55-64).
Era una diferencia que se antojaba escasa, teniendo en cuenta el nivel del oponente, el apoyo del público local y los nervios que se empezaban a notar en un CB Zamora que no contaba con Sango por lesión. El parcial decisivo transcurrió por los mismos derroteros y un triple a falta de veinte segundos de Tarragona forzaba la prórroga.
Empate a 76 puntos, pero la suerte estaba echada. Los catalanes iban de menos a más y los zamoranos a la inversa. La ecuación era clara y se cumplió. Tarragona impuso su ley en esos cinco minutos de añadido y el Aquimisa Queso Zamorano veía como la importante victoria se le escapaba entre los dedos para terminar perdiendo por 83-81.
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