En los últimos meses, desde el consistorio que preside Francisco Guarido se ha mostrado voluntad de que la Avenida Carlos Pinilla vea sustituida su denominación, ya que la actual podría incumplir con la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, coloquialmente conocida como ‘Ley de la Memoria Histórica’. Esto es así debido a que Carlos Pinilla fue, entre otras cosas, fundador de Falange en Gerona, Jefe Provincial de Falange en Zamora, gobernador civil de las provincias de Zamora y León durante la dictadura, o voluntario en la denominada ‘División Azul’ (es decir, la 250ª División de Infantería del ejército nazi), ejerciendo posteriormente otros cargos políticos, como procurador en las Cortes franquistas en todas sus legislaturas. Por estos motivos, todo indica que, en cumplimiento de la Ley 52/2007, dicha denominación tendrá que sustituirse.

En este sentido, y ante un cambio de denominación que el Colectivo Ciudadanos del Reino de León considera es cuestión de tiempo, la justificación para la propuesta que desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León se traslada al Ayuntamiento de Zamora es la siguiente:

Con el cambio de denominación de la ‘Avenida Carlos Pinilla’ por ‘Avenida Reino de León’, pretendemos que la denominación sirva para honrar la propia historia de Zamora y su tradicional adscripción regional, históricamente integrada en el Reino de León desde hace más de 1.100 años.

En este sentido, y curiosamente, en el callejero zamorano se recogen calles conmemorativas de otras regiones a las que nunca ha pertenecido Zamora, como Andalucía, Aragón, Castilla, Navarra, o Valencia. Asimismo, existe una Plaza de Castilla y León que hace referencia ya sea a la actual autonomía o a la corona homónima existente en el Antiguo Régimen.

Sin embargo, paradójicamente, no hay ninguna calle dedicada a la región en que se ha integrado tradicionalmente Zamora, esto es, el Reino de León, coloquialmente denominado también Región Leonesa o País Leonés. 

En este sentido, Zamora fue reconquistado a finales del siglo IX por el rey Alfonso III, y pasó a integrarse en el año 910 en el recién nacido Reino de León. En el periodo de independencia del Reino de León, la ciudad de Zamora pasó a detentar un papel crucial tanto en el contexto de la reconquista como en el de las guerras fronterizas entre el Reino de León y sus vecinos Portugal y Castilla, como atestiguan por ejemplo el episodio del Cerco de Zamora en 1072, o la firma en la ciudad del Tratado entre Alfonso VII de León y Afonso Henriques en 1143 (en que se reconocía la independencia de Portugal del Reino de León).

Y es que, en la Alta Edad Media, Zamora llegó a convertirse en la principal ciudad del Reino de León, lo que favoreció su despegue como centro político, militar y religioso, construyéndose en este periodo la Catedral, las iglesias románicas, el castillo o las murallas.

Fruto de esta importancia adquirida, en Zamora nació el rey Alfonso IX de León, único monarca que ha nacido en la ciudad y que otorgó fueros propios a Zamora. Tras la muerte de este rey en 1230, la ciudad continuó integrada en el Reino de León, dentro de coronas más amplias. Y es que, pese a perder su soberanía, el Reino de León mantuvo aún ciertas instituciones y cargos propios (como la Notaría Mayor o el Adelantamiento) durante todo el Antiguo Régimen, esto es, hasta la llega del liberalismo en el siglo XIX.

Asimismo, tras la centralización del Estado, Zamora siguió reconocida como parte de la Región Leonesa y, fruto de ello, en la Segunda República participó junto a Salamanca y León en la elección del vocal por la Región Leonesa en el Tribunal de Garantías Constitucionales, en virtud del artículo 11.3 de la Ley Orgánica del Tribunal de Garantías Constitucionales, de 14 de junio de 1933, que enumeraba las regiones con derecho a nombrar un vocal regional, especificando las provincias que integraban dichas regiones.

Por otro lado, cabe señalar que Zamora tuvo durante toda la Edad Media representación y voto en las Cortes del Reino y de la Corona. De este modo, la ciudad de Zamora estrenó su representación en las Cortes del Reino de León de 1188 (reconocidas por la UNESCO ‘Cuna del Parlamentarismo’ a nivel mundial), que fueron las primeras en la historia en que hubo representantes del pueblo llano, conservando la ciudad el privilegio de la representación hasta las últimas Cortes privativas del Reino de León, convocadas en 1349 por Alfonso XI. De hecho, la ciudad de Zamora llegó a albergar la celebración de Cortes del Reino de León en dos ocasiones, en los años 1065 (aún sin representación del pueblo llano) y 1301.

Posteriormente, tras la unificación definitiva de las Cortes, Zamora pasó a ser a inicios del siglo XV una de las cuatro ciudades leonesas con derecho a voto en las Cortes de la Corona (junto a Salamanca, León y Toro), algo a lo que apenas tenían derecho dieciocho ciudades entonces (aparte de las cuatro urbes leonesas citadas, las de Sevilla, Jaén, Córdoba, Granada, Burgos, Ávila, Segovia, Soria, Valladolid, Madrid, Guadalajara, Toledo, Cuenca y Murcia).

Asimismo, cabe señalar que las sucesivas divisiones administrativas de España acaecidas hasta la era autonómica mantuvieron la adscripción regional de Zamora al Reino de León o Región Leonesa, como fue el caso de la de 1833 que creó las actuales provincias.

Por todo lo expuesto, creemos que la denominación propuesta sirve para honrar el origen y la evolución histórica de Zamora, considerándola una propuesta que ha de generar consenso entre nuestra ciudadanía (por tratarse de honrar nuestras raíces históricas) y que además supone deshacer un agravio histórico pues, como hemos apuntado, en el callejero de la ciudad se honra a otras regiones, pero no hay ninguna calle, plaza o avenida que haga referencia al histórico Reino de León o Región Leonesa.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído