El Real Instituto Elcano ha publicado la sexta oleada de su Barómetro Imagen de España, correspondiente a los meses de mayo y junio, donde recoge una valoración del país en comparación con otros, sus estereotipos y las relaciones con Portugal, además de un análidis de Cataluña y su movimiento secesionista.
Esta edición muestra una mejoría de la valoración y la imagen de España en los países que habían sido incluidos previamente en otras ediciones: Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, Marruecos y China. Marruecos, pese a esa mejoría, sigue siendo el país que peor valora a España. Especialmente relevante es el hecho de que la palabra crisis ya no se asocie de forma espontánea con España.
En los países que se han incorporado por primera vez al barómetro, India, Portugal, Colombia y Perú, la imagen de España es muy positiva. La percepción de Portugal sobre España se acerca más a la que se tiene en Latinoamérica de nuestro país, que al resto de las europeas. En particular, Colombia, Perú y Portugal consideran a España un país rico, mientras que Francia, Alemania y Reino Unido lo consideran pobre.
La corrupción, pese a la importancia de su peso en la imagen interna de los españoles, tiene poca influencia en la imagen de España fuera de nuestras fronteras. El turismo, el deporte y la calidad humana de los ciudadanos siguen siendo los atributos mejor valorados de España, y la economía y la política se encuentran en el extremo menos apreciado. España sigue teniendo un déficit en su prestigio tecnológico, aunque hay que destacar que ni este ni ningún otro aspecto de la realidad española recibe una valoración inferior al aprobado.
En Portugal existe una base social importante para avanzar hacia una mayor cooperación política y económica entre ambos países. Más de dos tercios, un 68%, están de acuerdo en que España y Portugal deberían avanzar hacia alguna forma de unión política ibérica. Sin embargo, los portugueses creen que España no se interesa suficientemente por Portugal y la mitad de ellos ven aspectos negativos en la fuerte presencia de empresas españolas en su país, relacionados con un temor a ser colonizados. La relación se percibe como desigual, con un Portugal muy interesado en España, y una España desinteresada por Portugal.
El independentismo catalán o, mejor dicho, la posibilidad de que Cataluña se independice, es considerada negativamente por la mayor parte de los europeos entrevistados. En su opinión, esa independencia sería mala para los catalanes y para España y negativa o neutra para la Unión Europea.
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