A finales de diciembre de 2015 comenzó la labor de G-Fire como una organización sin ánimo de lucro. Se iniciaron en esta aventura debido a los avisos que llegaban de naufragios en la costa de Lesbos sobre todo en el último tramo del trayecto. “Al conocer esta situación decidimos aportar nuestra ayuda. El día nueve de diciembre lo decidimos, el día diez viajamos y el día once estábamos en el agua”, relató José Luis Calleja. Los cinco bomberos zamoranos acudieron a la zona de desembarcos con un objetivo muy concreto: rescatar a las personas que no consiguieran alcanzar la costa y “que al llegar lo primero que vieran fuese una mano amiga y una sonrisa amable”.

Su trabajó se desarrollo en dos partidas distintas. En la primera su trabajo consistió en ayudar a todos los tripulantes de las embarcaciones que llegaban a la costa. “Había personas que llegaban agotadas puesto que llevaban más de siete horas en el mar”, explicaba José Luis Calleja al tiempo que aseguraba que la mayoría de los refugiados eran mujeres por lo general embarazadas.  “La triste realidad es que esa gente llega pensando que con esa llegada a Europa su viaje ha terminado y en verdad solo han dado un primer paso”, alegaban desde la organización afirmando que llegan a una isla que debería pertenecer a Turquía y no a Grecia debido a la distancia entre ambos territorios. En esta misión, se les asignó un territorio en la isla, en concreto en la zona del faro por ser uno de los lugares más visibles en la noche y confluían más embarcaciones.

La labor de esta ONG ha sido posible gracias a las aportaciones de particulares y el apoyo del Ayuntamiento zamorano. “Nosotros actuábamos con nuestros neoprenos, guantes y aletas. No teníamos grandes medios pero sí los justos para desempeñar nuestra labor en la zona”, aseguró Calleja recordando la satisfacción del trabajo bien hecho al terminar las jornadas de rescate maratonianas que llegaban a durar doce horas. Actualmente se prevé una nueva avalancha de embarcaciones procedentes de Turquía y se ha vuelto a solicitar su ayuda en la zona. “Nosotros cumplimos nuestro objetivo de ayudar y recibir de manera amable a los recién llegado. Si esta situación no cambia volveremos a la zona”, aseguró uno de los premiados con el Premio Solidario Zamora 2016.

Por toda esta labor, los cinco bomberos o “los señores de rojo”, tal y como se les conocía allí, recibieron el Premio Solidario Zamora 2016. Un premio a su labor voluntaria tan necesaria en la zona costera más conflictiva de Europa de los últimos meses. Los hechos vividos en la isla marcaron el recuerdo de los cinco voluntarios. “En un desembarco, un niño nos dijo, ayer Turquía, hoy Grecia, mañana Europa, era muy duro ver como creían tener el camino hecho y aún les quedaba un gran recorrido”, concluyó José Luis Calleja.

 

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