El ilusionista francés Jeff Toussaint visitaba este domingo el Teatro Principal para invitar al público a “un viaje al último rincón del subconsciente” y jugar con su imaginación. Una sugerente propuesta dirigida también para los más incrédulos que han visto cómo este domingo sus principios se desmoronaban. Bailar claqué, atemorizarse por una película de miedo, llorar con una de amor o reír con una comedia, fueron algunas de las situaciones vividas por la decena de espectadores que finalmente protagonizaron el espectáculo tras descartar a casi medio centenar de asistentes menos susceptibles a ser hipnotizados. 

En cuestión de segundos, los protagonistas entraron en trance para experimentar distintas emociones y experiencias como galopar a lomos de un caballo de carreras, tener que remar para no ser devorado por un tiburón blanco o creer haber ganado la lotería. Circunstancias y estados hilarantes para un público que no daba crédito a lo que estaba sucediendo sobre el escenario y que trataba de inmortalizar todos los instantes con sus teléfonos móviles para visualizarlos con más detenimiento una vez acabada la función. Según explicó Toussaint, la técnica de la hipnosis consiste en darle control al subconsciente, no para perder el control en estado consciente sino para fomentar el autocontrol. 

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