Disfraces, cuentacuentos, proyecciones y sonrisas. Lo que antes era un simple almacén, hoy configura uno de los espacios más novedosos del centro Ciudad Jardín. Gracias a Kutxabank, la asociación cuenta desde el pasado mes marzo con una sala llena de luces de colores, texturas, experiencias y sensaciones. 

En ella se implementa el Método Snoezelen basado en la Estimulación Multisensorial como herramienta terapéutica, un programa dentro del Proyecto titulado “Proyecto Experimental de Intervención Global basado en la Positivización dirigido a enfermos de demencia en estados moderadamente graves y graves”.

Las sesiones dentro de esta sala tienen una duración de 45 minutos y las componen tres o cuatro enfermos. Los residentes se encuentran en esta sala con una columna de agua con burbujas que cambian de color “para trabajar la memoria”, un haz de fibras luminosas “para fomentar los temas de cálculo”, una cama hidroacústica “que transmite las vibraciones del sonido y ayuda a la relajación”, un proyector “para trabajos de lenguaje y memoria”, un foco de luz negra “para trabajar situaciones creativas”, una bola de estrellas “para dar ambiente”, un pasillo plantar y un panel de estimulación táctil.

Una terapia de “contacto directo”, en palabras del director Manuel Figueruelo, en la que se utiliza un lenguaje código “muy concreto” para facilitar la comunicación con los pacientes y, a través de diferentes actividades, producir un efecto sensorial y sensitivo. 

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