Polonia afronta la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud pendiente de que todo esté en orden y de que el riesgo para los participantes en este evento cristiano sea el menor posible. El riesgo de atentados terroristas existe, pero el Gobierno del país ha reforzado de manera importante la seguridad con el objetivo de neutralizar cualquier intento de ataque, si lo hubiese.
Es por ello que Polonia ha invertido cerca de 19 millones de euros en medios para intensificar los controles y la vigilancia sobre Cracovia, con 20.000 policías y cinco helicópteros constantemente pendientes de lo que suceda en la ciudad y en sus alrededores.
Esta actividad policial aumentará cuando el Papa Francisco visite la zona, el momento de mayor riesgo potencial de posribles atentados.
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