Rubén Moreno: El delantero del Zamora no se ha escondido tras su error y ha salido ante los medios para dar explicaciones: "Me llevo la pelota tras el lanzamiento de una falta, el rival me da y me hace daño. Me levanté y fue un acto reflejo. Cuando me quiero dar cuenta, ya he dado la patada", ha narrado el madrileño, que ha reconocido que "ha sido un error muy gordo" y que ha calificado la situación de "desesperante" para él. Moreno ha apuntado que "el arrepentimiento ante el árbitro ha sido inmediato" y ha expresado su deseo de que la sanción sea del menor grado posible: "Temo cualquier cosa que sea dejar al equipo sin mi participación", ha subrayado el atacante rojiblanco.
Josema: El central rojiblanco ha reconocido que el vestuario está "jodido, como es normal en el momento en el que te eliminan", pero ha llamado al grupo a "no venirse abajo" para poder ascender por la vía lenta: "El equipo estaba súper convencido de que lo iba a conseguir y la expulsión nos ha matado. Con diez es prácticamente imposible", ha señalado el zaguero, que ha advertido que "hay que hacer todo lo que sea por subir".
Vílchez: La del catalán es la voz de la experiencia en el vestuario, una pieza clave en los momentos más cimplicados: "No nos queda más que pensar en lo que venga. Yo estoy ya intentando olvidar y eso es lo que tenemos que hacer por pelotas, porque es nuestro trabajo y, quien crea que no pueda, que no venga más, ha aseverado el centrocampista rojiblanco, que ha comentado que, en la segunda parte del duelo ante el Mancha Real, el bajón físico provocado por la expulsión "ha sido un hándicap".
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