Jaime Rosón ha pasado con nota su primer examen en una de las pruebas más míticas del calendario ciclista profesional: la Clásica de San Sebastián. El corredor zamorano del Caja Rural logró enganchar la fuga del día junto a Moser, Mario Costa, Lang, Van Rensburg y Chetout e hizo camino durante buena parte de la jornada.
De hecho, desde prácticamente el arranque de la prueba hasta los últimos 45 kilómetros de la misma, Rosón fue protagonista de una carrera, en todo caso, controlada atrás por los hombres del Astana y del Movistar Team, que llevaron la fuga controlada hasta su neutralización definitiva.
A partir de ahí, el ritmo de carrera fue infernal en busca de la meta. La ascensión a Murgil Tontorra seleccionó definitivamente la carrera y la astucia de Mollema en la bajada la decidió. El corredor holandés del conjunto Trek dejó atrás a los favoritos para llevarse la Txapela y quitarse el mal sabor de boca que le dejó la última semana del Tour de Francia.
Tras él, entró Gallopin en la segunda posición, seguido de los españoles Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez. Rosón entró en uno de los grupos traseros, a trece minutos del vencedor, después del gasto de energía que había realizado en la fuga.
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