Los sindicatos siguen en pleno proceso de negociación para evitar que la reestructuración de Caja España-Duero en cuanto a empleo sea lo menos dolorosa posible. En las últimas horas hubo una nueva reunión en la que se produjeron algunos avances según confirmaba el secretario provincial de Comisiones Obreras en Salamanca, Emilio Pérez.
“Lo que tenemos es una reducción de los 1.120 despidos planteados en origen a los 1.030. Se ha establecido una tabla en cuanto cómo se van a ir produciendo en función de las edades de los trabajadores, primero para plantear una pre-jubilación que partiría de los 56 años o una recolocación. Seguimos hablando en este segundo caso de 258 trabajadores que podrían acabar recolocados, doscientos en empresas dependientes de Unicaja y en 58 que podrían ser recolocados en otras entidades. En base a esto, habría unas cantidades que se dispondrían de indemnización en función del kilometraje entre la ciudad de origen y el puesto de trabajo definitivo”.
Pérez recordó que la propuesta que se sigue planteando desde los sindicatos es reducir hasta los 900 y reconocer “quién está detrás de la mesa”. “Detrás de todo esto está solo Unicaja, que ya puso en su día precio a esta estrategia de absorción y no fusión. Queremos que sean tenidos en cuenta los balances económicos de Unicaja y no los de Banco Ceiss. Unicaja ya se encargó de hacer una interpretación negativa de cuál es su resultado para que sea únicamente beneficioso para los intereses empresariales y no para los trabajadores. Teniendo que estar ya asumiendo la decisión de despidos y jubilaciones, que sean en las mejores condiciones económicas posibles”.
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