El Atlético Valladolid salió reforzado de la fiesta del balonmano regional de la División de Honor Plata por la victoria, y el Balonmano Zamora lo hizo por la imagen. En un escenario idílico, con cerca de dos mil personas llenando el pabellón, Balonmano Zamora y Atlético Valladolid peleaban en una contienda que sobre el papel se intuía igualada pero que se rompió tras el descanso en dos minutos fatídicos donde un parcial de 0-5 a favor de los pucelanos abrió una brecha que parecía insalvable. Y es que solo lo parecía, ya que en un tramo final estelar de los locales, los zamoranos tuvieron la posesión para empatar en el último minuto y erraron.

Con una grada entregada y con bufandas verde pistacho y azules ondeando en el municipal zamorano, el encuentro fue una batalla en la cancha y también en la grada. Los ánimos de las dos aficiones fueron ejemplares. Las dos hinchadas se dejaron el alma sabiendo que era un partido clave para ambos. Los jugadores, en la cancha, se encargaron de corresponder con una primera parte de nivel de Liga Asobal. Dos defensas muy aguerridas, con Zamora apostando por el cinco-uno, y Valladolid jugando con un seis-cero, se vieron reforzadas por una actuación estelar de las dos porterías. Y es que ambos arqueros fueron el reflejo de dos escuadras tremendamente competitivas.

La igualdad en el primer acto no pudo ser mayor. Así quedó patente en los parciales cada cinco minutos. Igualdad en cada uno de ellos, solo rota por el último gol de Valladolid al filo del descanso para marcharse al asueto con una diana de renta. Fernando Hernández era el pucelano encargado de martillear constantemente la meta local, y es que al descanso sumaba cinco tantos de los diez que tenía su plantel. Mientras, la fluidez de juego por los extremos era lo que estaba dando rédito a un MMT Seguros que llegaba a los vestuarios enganchado al encuentro.

Pero la salida de vestuarios fue una losa imposible de levantar para los zamoranos. Un parcial de 0-5 en apenas dos minutos para el Atlético Valladolid otorgó a los pucelanos una distancia casi insalvable. Las intervenciones de Javi Díaz en la portería, que se mostró intratable en el cara a cara de los penaltis, y la aparición de Kallman, catapultaban a los vallisoletanos a una renta que se fue a los seis goles cuando se pasaba el ecuador de la segunda parte (14-20, min.17). 

Poco a poco, la abismal diferencia de presupuesto entre ambos clubes, reflejada en la amplitud y calidad de plantilla, se fue notando. El cansancio fue haciendo mella en el equipo local, y mientras el Balonmano Zamora iba de más a menos en su intensidad, el Atlético Valladolid seguía manteniendo una velocidad de crucero que le llevó a entrar en los últimos diez minutos con cinco goles de diferencia.

Pero entonces apareció la magia del Ángel Nieto y el gen competitivo de un MMT Seguros que no dio el encuentro por perdido cuando tenía todo en contra. Un parcial de 6-2 permitía entrar a los zamoranos con un gol de desventaja y con pelota para empatar, pero un fallo en la entrega de Leo Maciel en el saque de puerta se convirtió en la diana decisiva de David Fernández, para que Atlético Valladolid se llevase la contienda por 22-24.

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