Los autores han tenido en cuenta, a partir de los datos oficiales de Tráfico, el porcentaje de los aprobados de cada autoescuela, los que han superado las pruebas antes y el número de alumnos que cada centro presenta a examen. El sector de las autoescuelas en España ha sido especialmente golpeado por la crisis económica, con una caída de los permisos del 52% entre 2008 y 2014.
Sin embargo, esta tendencia negativa parece que empezaba a cambiar en 2015, con una subida de los carnés de un 9%, a pesar de una huelga de examinadores que penalizó mucho los últimos registros. Por otro lado, la situación económica no ha sido la única responsable de este descenso: la crisis demográfica ha supuesto un factor clave (atrás quedó el 'baby boom' de los años 70), pero también, el desinterés de muchos jóvenes en ponerse al volante por tener otras opciones de movilidad (como el transporte público, la bicicleta, el coche compartido...) o, simplemente, otras prioridades en la que gastar su dinero, como teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos que, de media, cuestan lo mismo que obtener el permiso B.
Sacarse el carnet de conducir es un trámite que levanta tantos amores como odios en función de la experiencia de cada aspirante: hay cientos de centros de formación, miles de ofertas y promociones... e infinidad de anécdotas y consejos. Pero todos los que se ponen al volante han tenido que pasar el trago de elegir autoescuela y aprobar el examen teórico y el práctico, aunque hayan tenido mejor o peor fortuna en el intento.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios