“Yo me acuerdo de los pocos minutos que jugué, pero desde el impacto hasta la ambulancia no me acuerdo de nada. Me han contado toda la historia, cómo fue, lo que hicieron todos, pero no me acuerdo de ese rato”, explica sereno un Víctor Coca que desde la misma noche del incidente se recupera en su casa. “Estoy en casa reposando. Estoy mejor pero voy poco a poco. Tengo dolores de cabeza, de espalda, pero sobre todo en la nariz, porque la tengo rota”, añade.
El miedo se apoderó de todos los aficionados, técnicos y jugadores. Incluso, los padres de Víctor Coca estaban presenciando el encuentro y vivieron momentos dramáticos. Afortunadamente, la rápida intervención de los servicios médicos del Santa Marta y el buen hacer de todas las personas que rodeaban a los dos clubes permitieron que el jugador recuperase el conocimiento. “Es una imagen que no se nos irá de la cabeza en mucho tiempo. Tras estar inmóvil durante un momento y ver que recuperaba el conocimiento, aún tuvo algún instante en los que quería volver a jugar. Estaba todavía en estado de shock”, recuerdan algunos compañeros.
Con el paso de los días, Coca reflexiona: “Yo pienso que esos lances de juego de saltos y golpes pasan mucho y lo normal es que no ocurra nada grave. Pero una vez que pasa y te toca, te das cuenta que podía haber sido algo más grave. Por eso estoy contento de que no haya nada interno en la cabeza y solo tenga la nariz rota”, comenta un jugador rojiblanco que tendrá que guardar reposo toda esta semana y deberá observar la evolución durante los próximos siete días para saber si puede integrarse a la dinámica de su equipo.
Un equipo que es líder de la Regional de Aficionados con cinco victorias en cinco partidos. “Hemos empezado muy bien, ganando todos los partidos. No nos lo esperábamos. Ha salido todo bien, hemos ganado con esfuerzo y trabajo porque nos lo hemos currado. El secreto está en el esfuerzo, en ser un grupo y en que los jugadores estamos convencidos de que somos un buen equipo”, finaliza.
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