El ascenso se complica. Al menos por la vía rápida. El Mancha Real ganó la primera batalla y lo hizo de forma clara. La escuadra andaluza tuvo más claro lo que es una fase de ascenso. Parece mentira, pero los jienenses, con solo tres fases de ascenso como club, compitieron mucho mejor que un Zamora teóricamente curtido en mil batallas, con decenas de años de historia y con un pasado reciente y amplio en Segunda División B. 

Los locales compitieron al máximo durante los noventa y tres minutos que duró el partido, tuvieron muy claro desde el principio a qué debían jugar y se mantuvieron firmes siempre. El Zamora titubeó, fue intermitente y volvió a conceder mucho en la parcela defensiva. Los rojiblancos anotaron poco para lo mucho que crearon, pero concedieron mucho a un oponente con jugadores veloces y talentosos en vanguardia. 

En liga regular, los desajustes defensivos pasaban desapercibidos ante delanteras más timoratas, pero el Mancha Real no lo dudó. Olió sangre en el sistema defensivo de un Zamora que en la segunda parte se rompió en dos y que acabó perdiendo por 3-1. Un resultado que, aunque malo, deja abierta la eliminatoria. Máxime cuando en la última jugada los locales mandaban al larguero un saque de falta.

La primera parte fue de poder a poder. Choque vibrante entre dos buenos campeones con armas potentes. El Zamora tuvo más ocasiones, pero el Mancha Real creaba peligro en balones largos ante una defensa visitante que parecía excesivamente lenta. Los andaluces se adelantaban a la media hora de juego con un potente disparo algo escorado que se colaba por la escuadra. Eran los peores minutos de un Zamora que veía como el Mancha Real se topaba con el larguero en la jugada siguiente. Se mantuvo con vida el equipo de Balta y en una buena acción de presión, Rubén Moreno aprovechaba un error de la zaga para empatar en un mano a mano con el arquero.

El descanso llegaba con optimismo en la hinchada local, que veía que el Zamora competía y que tenía un resultado positivo para la vuelta. Pero no esperaban lo que iba a ocurrir en una segunda parte en la que el equipo de Balta se partió en dos. Los ataques ya no eran tan constantes, las ocasiones se minimizaban y los zamoranos cometían el error de no acabar jugadas. Eso generaba contras del Mancha Real, que estaba cómodo con ese tipo de juego: intenso y con pocos toques para llegar arriba. Ese escenario de partido se tradujo en dos golpes mortales de los jienenses. 

Peces ponía el 2-1. Coque careció de ayudas defensivas y en el dos contra uno en banda, el centro fácil llegó a la cabeza del central que remató prácticamente solo en el segundo palo. Poco después, Ángel convertía en asistencia un pelotazo de la defensa andaluza. Otra vez más, el Zamora estaba roto, con tres jugadores del Zamora cerrando e incapaces de dar caza a la veloz carrera de Ángel, que no dudó en el mano a mano con Rodri.

Al final, un 3-1 que obliga al Zamora a remontar en la vuelta. Un 2-0 sería suficiente para ascender. Un resultado factible teniendo en cuenta el poder ofensivo demostrado por el equipo de Balta durante todo el año. La duda estriba en saber si Balta será capaz de crear un sistema defensivo solvente para que la velocidad de los atacantes del Mancha Real no aproveche los espacios que habrá en el Ruta de la Plata.

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