Villa de Simancas y Zamora B ilustraban el partido más atractivo de la jornada en el Grupo B de la Regional de Aficionados. Segundo y tercero se veían las caras con el objetivo de asentarse en la segunda plaza y mantener el ritmo que está imponiendo el Unionistas de Salamanca. El duelo prometía mucho y tuvo casi todo. Es cierto que ninguno de los dos equipos tuvo ocasiones claras de gol, y por tanto no pudieron verse goles. Pero salvo eso, la contienda tuvo todo lo demás.
En un ambiente de gala en el estadio vallisoletano, los dos equipos dejaron muestras del porqué están en la zona alta de la tabla. Buen fútbol, exquisito trato de balón y jugadas muy elaboradas por parte de ambas escuadras. Eso sí, en los dos bandos faltó el último pase, y por lo tanto la opción de llegar a definir. No hubo un dominador claro, ya que la similar forma de jugar en ambos conjuntos hizo que hubiera alternativas en el dominio y en llevar el peso del choque.
El equilibrio y la igualdad fue la nota predominante y si en algo ganó uno de los dos equipos fue el Villa de Simancas en el dominio del juego aéreo. Fue a balón parado como más incertidumbre generó a la defensa rojiblanca, pero la retaguardia de Miguel Losada se mostró firme para no encajar. Al final, los minutos pasaron y ninguno de los dos conjuntos consiguió marcar. Una situación que derivó en el reparto de puntos.
Un punto que sigue dejando al Zamora B en segunda posición, a menos de un partido de distancia del segundo puesto, y que deja buen sabor de boca en la expedición rojiblanca al haber sido capaz de arañar un punto en casa de un equipo con más hechuras de Tercera División que de Regional de Aficionados.
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