Después de dieciséis años, el Zamora Club de Fútbol volvía a afrontar un derbi provincial en el campeonato liguero. En este caso, los rojiblancos visitaban el estadio del GCE Villaralbo y conseguían una victoria que quedará para la historia como la primera en un derbi entre ambos contendientes, aunque no porque el juego fuera especialmente bueno.
Ya desde la previa se notaba que era un partido distinto. Protección Civil colaboró en las labores de ubicar los vehículos en el aparcamiento de la Ciudad Deportiva. Además, el club local decidió dar a los aficionados del Villaralbo una bandera con el escudo del equipo para animar al GCE durante la contienda. A partir de ahí, entrada a la instalación y ambiente de tensión de derbi.
Los aficionados rojiblancos seguían discutiendo por el alto precio de las entradas, pero más de trescientos hinchas del Zamora no quisieron perder la oportunidad de ver a su equipo en el derbi provincial. Así, mientras los aficionados celebraban los primeros goles, uno para cada equipo, también llegaba la celebración en el palco. Las dos directivas contaron además con la compañía de la presidenta de la Diputación Provincial, Mayte Martín Pozo, del subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, y del concejal de deportes, Manuel Alesander; además de varias autoridades más de estas instituciones ya citadas.
El respeto en el palco y en la grada fue la nota predominante. Así, mientras los jugadores peleaban en el césped, los aficionados trataban de apoyar desde el graderío. Cada gol fue coreado hasta que el árbitro decretaba el final del encuentro con victoria visitante en un derbi que quedará para el libro de historia de ambos clubes.
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