La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denuncia que la tradicional subida del precio del conejo en origen con motivo de la Fallas “se ha quedado muy por debajo de los costes de producción”. Durante los últimos años, las cotizaciones del conejo en origen durante la primera quincena de marzo se han situado en torno a los 1,90 euros por kilo. En la actualidad, no superan el euro y medio, un 20 % menos que los costes medios de producción.
“El significativo aumento del consumo en estas fechas deja a mataderos y cadenas distribución sin el argumento de excedentes en el mercado. La opacidad con la que se mueven nos invita a pensar que quieren ser los grandes beneficiados de esta situación: tirón del consumo con bajos precios en origen, con el objetivo de aumentar márgenes de beneficio a costa de los cunicultores”, ha afirmado Jose Luís Santaclara, responsable del sector cunícola de COAG. A su juicio “con los precios actuales, las cadenas de distribución le están ganando más de un euro a cada conejo que venden, un 30 % de margen”.
Desde 2014, critican, los cunicultores han cobrado por encima de costes tan solo 5 meses. Ante la grave situación, desde COAG se ha trasladado al Ministerio de Agricultura la necesidad de una serie de medidas para evitar la desaparición de centenares de explotaciones independientes. Es el caso de las ayudas de mínimos y medidas de carácter financiero para aportar liquidez a las explotaciones. Piden, además, mejorar la transparencia del mercado, “evitando la realización de maniobras que falseen la realidad y que generalmente suponen una reducción de los precios en origen”. Se debe obligar a los mataderos, mediante norma legislativa, exigen, “a que declaren las existencias o stocks que poseen, al igual que ya hacen otros sectores como aceite de oliva, vino o arroz. En este caso, lo oportuno sería que declarasen las existencias con una periodicidad mensual”.
A la vez, desde COAG se pide también la prohibición y penalización de la venta a pérdidas junto a la autorización de mataderos, tanto en la propia explotación como mataderos de pequeña capacidad, “lo que fomentaría el consumo de productos locales en zonas rurales donde el consumo se perdió al cerrar mataderos cercanos, además de posibilitar el acceso de la carne de conejo de manera directa ente el ganadero y el consumidor urbano”.
COAG propone finalmente al Ministerio contribuir a aprovechar las sinergias aportando apoyo institucional de promoción para el sector, con medidas como la instauración de la ‘Semana del Conejo’ o incluir la carne de conejo en los programas desarrollados en las escuelas (Mediterraneamos) y en los bancos de alimentos.
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