"Parece una mano negra". Así iniciaba Manuel Alesander Alonso su relato de lo que han sido las últimas horas de actividad en torno a la Piscina Sindical, una instalación deportiva cuyas calderas han ardido esta misma tarde y que no abrirá, finalmente, esta semana, como había previsto el equipo de gobierno.
Alonso ha explicado que las calderas se han encendido en la mañana de este miércoles con el objetivo de abrir la piscina al público el próximo viernes, ante la advertencia de los técnicos de que los vasos tardarían unas 48 horas en calentarse.
El proceso se ha desarrollado con normalidad hasta que las dos calderas nuevas, instaladas por la empresa Tecnaire han comenzado a arder por causa de su propia actividad. "Habrá que ver de quién es la culpa, pero nosotros le pedimos cuentas a la empresa instaladora", ha subrayado Alonso.
En ese sentido, el concejal de Deportes ha recalcado que "el problema no es del gas" y ha confirmado que el fallo que impidió poner en marcha las calderas el martes no guarda relación con el incendio: "Aquello era un conflicto con una válvula que se solucionó", ha apuntado el responsable municipal.
En todo caso, Alonso ha afirmado que el Ayuntamiento ya ha puesto en conocimiento de la empresa que la situación es "de máxima prioridad para la ciudad", una afirmación que ha complementado el propio Guarido: "Ha sido un hecho fortuito, de mala suerte y ahora sólo podemos pedir agilidad", ha señalado el alcalde, que ha confirmado que la nueva instalación correrá a cargo del seguro o del instalador o del suminstrador de la caldera.
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