Criar caracoles es una actividad que sigue sin ser habitual en España, y menos en Zamora, donde tan solo hay dos granjas en la Unidad Veterinaria, la de Jorge Martín en Andavías, y otra en el vivero de empresas, y apenas existen otras dos fuera de este colectivo, una en Perilla de Castro y otra en Ayoó de Vidriales. Esta circunstancia provoca que todavía exista margen para la inonovación y para los cambios en un negocio en constante evolución.

Es por eso por lo que Martín continúa experimentando posibilidades con la alimentación de sus caracoles. De hecho, desde hace tiempo, cuenta con un grupo que cría en casa y al que alimenta a su modo para tratar de extrapolar su crecimiento al de los que viven en la granja.

Del mismo modo, ya dentro de la nave, cuenta con diferentes sembrados de trebol, acelgas o calabaza, que le permitirán, una vez pasen los cuatro meses previos a la recogida, comprobar qué grupo de animales ha seguido un crecimiento más óptimo.

Más allá de la alimentación, Jorge Martín se esfuerza en cuidar cada detalle del riego por pulverización o incluso de la ventilación de la nave, con ventanas abiertas en las esquinas de tal modo que el aire entre, pero también salga. Todo con el objetivo final de mimar al caracol para que su cría siga el camino idóneo.

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