Las iglesias de la comarca de Aliste y ahora también de Benavente están sufriendo en las últimas semanas la desagradable visita de los ladrones. El subdelegado del Gobierno explicaba este lunes que los robos no se centran tanto en imágenes o cuadros “porque probablemente luego tienen problemas para venderlos”, sino más bien en el poco dinero en metálico que puede haber en ellas. Tan solo en casos muy puntuales han robado patrimonio, como en el caso de la iglesia de Rionegro que sustrajeron dos medallas de la virgen.
“Nuestro mundo rural se presta a este tipo de delitos por la dispersión de los territorios y la poca población que hay en algunas localidades. Es una situación que excede lo asumible y estamos trabajando desde hace varias semanas”, explicaba Jerónimo García Bermejo, que avanzaba que en los próximos días celebrarán una reunión con el episcopado y la Guardia Civil, además de con alcaldes de la zona, para tratar el tema.
Sobre la línea de investigación, García Bermejo añadía que ha habido un pequeño giro de los acontecimientos: “En un principio pensamos que podían ser personas que desde Portugal atacasen a los pueblos de Aliste, pero ahora cambia la situación al producirse en pueblos de interior, en zonas de Benavente. Por lo tanto, hay que seguir investigando”, exponía.
El subdelegado del Gobierno reconoció que hay preocupación, y también llamó a la ayuda de todos los sectores: “Solicitaremos apoyo de todos porque la seguridad empieza por uno mismo. Habrá que dar recomendaciones al episcopado en relación con las iglesias para atajar este tema”, apuntaba; para zanjar: “Entre todos tenemos que conseguir que las iglesias dejen de ser apetecibles para los amigos de lo ajeno”.
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