El precio de los libros de texto de las empresas pertenecientes a la Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto y Material de Enseñanza (Anele), ha experimentado un ligero incremento del 0,8% de media en un curso escolar, el 2014‐2015, en el que la industria editorial ha tenido que realizar fuertes inversiones para adaptar los manuales a los nuevos currículos de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Según los datos del Informe anual de Evolución de los Precios de los Libros de Texto de Anele, este incremento es inferior al registrado en el curso pasado (1,1%), aunque está por encima de la inflación, pues el Índice de Precios al Consumo (IPC) se encuentra actualmente en valores negativos.

Por niveles educativos, el incremento medio de los precios de los libros de texto en Educación Infantil ha sido del 0,5%; los de Educación Primaria, del 1%. Mientras, los de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) han registrado un incremento del 0,7%. Por último, los libros destinados a otras Enseñanzas Medias han tenido un incremento del 0,8%. En todos los niveles, los manuales han tenido unos incrementos inferiores a los registrados en el curso pasado.

En España, los libros de texto están sujetos a dos regímenes de precios distintos: precio fijo o único, que determina el editor, que es aplicable a los libros destinados a Educación Infantil y a las Enseñanzas Medias no obligatorias (Bachillerato y Formación Profesional); y precio libre, y por tanto variable, que establece el detallista para los libros destinados a la educación obligatoria (Educación Primaria y ESO). “La evolución negativa del mercado en los últimos años ha significado una notable reducción de la venta total de ejemplares y de compra por parte de los alumnos, lo que tiene una repercusión inmediata en la reducción de las tiradas y, consiguientemente, en el costo por ejemplar, al ser preciso repercutir los costes fijos entre bastantes menos ejemplares”, añaden los editores.

En su informe, los editores de libros educativos vuelven a poner el acento en la importancia que está teniendo en la evolución del gasto real de las familias en libros de texto “la reducción e incluso desaparición” de las ayudas públicas, “lo que puede incidir en un incremento del gasto familiar”. Y más allá de eso, en el gasto medio por alumno que, en cinco años ha pasado de 121,56 a 91,15 euros, los libros que adquieren los alumnos son un tercio menos que hace cinco años, lo que, a juicio de los editores, “no es ninguna buena noticia para la tan deseada calidad de la educación. Más si tenemos en cuenta que diversos estudios internacionales han establecido una correlación directa entre la existencia de libros en los hogares y los resultados de los alumnos en evaluaciones como las de PISA.”.

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